El analista político Marcello Lachi se refirió en la víspera a los nombramientos en las binacionales, que revelan el pago de favores políticos del presidente Mario Abdo Benítez a sus aliados.
Dijo que el jefe de Estado se ve obligado a repartir el poder entre sus partidarios. “Marito iba a mostrar esta práctica. Ya lo dijimos antes de su elección, porque él es líder de una coalición de caudillos locales, y cada uno quería su tajada, y el equipo de gobierno está estructurado de esta forma, así que todos los subniveles del Gobierno tenían que acabar así. Es decir, cada uno con su premio, con su cuota de poder”, lamentó el analista.
Afirmó que los nombramientos en Itaipú y Yacyretá revelan la práctica política de siempre. “Hasta con (el ex presidente Fernando) Lugo se actuó de la misma forma, quizá menos alevosamente, pero la lógica siempre ha sido la misma”, opinó Lachi.
Agregó que solamente el ex mandatario Horacio Cartes (2013-2018), en sus primeros dos años de gobierno, intentó impulsar la idea del gobierno tecnocrático, pero abandonó la idea en 2015, y más todavía en el 2016, luego de la convención colorada de octubre de ese año, cuando destituyó al ministro del Interior (Francisco de Vargas) y coloradizó su gabinete. “Son prácticas comunes en el sistema político, no hay que sorprenderse, no hay que aceptarlas, pero tampoco es que ocurran hoy y ayer no”, expresó Lachi.
Públicas. Indicó que la diferencia radica en que en la actualidad las decisiones son más publicitadas, por lo menos “un sector de la población está más sensible”, la prensa se hace eco del tema y se habla más del caso.
Insistió en que el presidente Abdo Benítez no tiene ni movimiento propio, porque Colorado Añetete es una coalición de grupos locales, de caudillos, de pequeños movimientos personales, y el único elemento que los tenía unidos era el de devolver el gobierno al Partido Colorado en contra de la gestión empresarial que impulsó Cartes. “Entonces, Marito está más que obligado a dividir el poder entre todos sus seguidores, y de hecho está haciendo eso”, explicó Marcello Lachi.
Detalló que el Estado nacional tiene “muchísimos cargos”, puestos de confianza, y empleos que deberían ser de carrera, “pero en Paraguay la carrera administrativa de hecho no existe, así que, por concurso o no, entran los amigos o los parientes”.
“El problema es de fondo, no es Marito, es de toda la estructura política del país, que no acepta construir una administración pública donde los funcionarios no dependan de los políticos sino de la ley”, refirió Lachi.