29 may. 2025

Admiten demanda contra el Estado paraguayo por caso de gatillo fácil

Anderson Medina, quien recibió un balazo de un policía en ejercicio y quedó con dificultades para caminar, acudió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en busca de reparación.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) admitió la demanda de Anderson Medina, víctima de gatillo fácil en el 2012, por violación de los derechos humanos presentada contra el Estado paraguayo. La CIDH ya notificó al Paraguay de la acción y nuestro país tiene 90 días para contestar la demanda internacional.

Alberto Medina, padre del joven que reside en Ciudad del Este, viajó hasta Asunción para hablar con las autoridades y poder llegar a un acuerdo.

“La pelota está en la cancha de la Cancillería”, expresó el hombre que pide una indemnización de G. 3.900 millones.

El padre de Anderson afirma que la familia ya se quedó sin dinero, luego de costear los gastos de la recuperación del joven, que fue herido de gravedad en el 2012. “Ya no estoy posibilitado de cubrir los gastos y quiero que el Estado se haga cargo. No estoy pidiendo más de lo que corresponde. No le hice estudiar a mi hijo para que un policía loco le trunque la vida”, expresó refiriéndose al suboficial Narciso Cañete, que fue condenado a 7 años de cárcel por este caso.

Medina reconoce que hay apertura para dialogar por parte de las autoridades y busca llegar a un acuerdo con ellos para que el caso no pase a la Corte Interamericana, bajo el riesgo que Paraguay sufra otra condena.

Anderson Medina recibió un disparo al pasar por una barrera policial irregular el 1 de julio de 2012, en el kilómetro 10 de la ruta José Gaspar Rodríguez de Francia.

Recibió un disparo en la espalda, que le dejó serias lesiones en la columna.

EL CASO RICHARD. Otro caso de gatillo fácil que conmocionó a la opinión pública es el de Richard Pereira, quien fue herido por agentes de la Comisaría Cuarta Metropolitana y quedó en silla de ruedas.

Su padre –que también se llama Richard– explicó que la situación es similar a la de la familia Medina y que también acudirían a organismos internacionales. “Seguimos olvidados; ya no recibimos ninguna ayuda y hace meses que mi hijo ya no realiza su tratamiento”, expresó.

Pereira comentó que también intentó hablar con las autoridades y que un alto funcionario del Gobierno le habría dicho que ni aunque se encadenara frente a las instituciones habría respuesta.

A pesar de ello, afirma que sigue confiando en algunos referentes como el comandante de la Policía, Gilberto Fleitas. “Tengo esperanza en este nuevo comandante, porque lo veo más humano; creo que me podría dar una mano”, se sinceró.

El suboficial Johnie Orihuela fue condenado a 20 años de cárcel por tentativa de homicidio doloso en calidad de autor y de persecución de inocente y simulación de hecho punible.

El que era su jefe, el comisario Jorge Zárate, fue condenado a 11 años de prisión.