El espectáculo de ecos de discusiones en el tramo se repite constantemente y cuentan los que habitan o trabajan en rededor que se trata de personas adictas que tomaron el lugar.
Cada tanto se ve a la pareja “pucho” en mano fumando crac para luego pasar a los ruidos de riñas que generan zozobra en la zona.
El sitio se encuentra abandonado hace bastante tiempo y se ha convertido en refugio de “chespis” en los últimos años. Los ocupantes pernoctan en el lugar entre basuras, vidrios rotos, paredes sucias y olores nauseabundos.. Absolutamente insalubre hasta para los que transitan por la vereda del edificio, que deben retener la respiración por el aroma putrefacto.
El comisario Gustavo Errecarte, subjefe de la Comisaría 3ª Metropolitana, refirió a Última Hora Digital que efectivos policiales suelen ingresar al lugar y sacan a estas personas del sitio, pero luego vuelven a ingresar. Se comprometió a seguir con el patrullaje por la zona para tranquilidad de los vecinos.
Lo cierto es que en distintos puntos del microcentro los edificios abandonados están siendo copados por personas adictas, que generan temor e inseguridad.