Fundamentó su reclamo al advertir que estos desechos tienen al litio como uno de sus componentes, el cual está siendo utilizado por los consumidores de crac presumiblemente para tornar más potente a esa droga.
“La situación es grave. Los consumidores de crac están utilizando el litio porque les es fácil conseguir de pilas y baterías que están al alcance de cualquiera. Es un elemento que no van a conseguir en el mercado, ya que hay un montón de exigencias para acceder a este producto”, precisó.
Agregó que “se precisa de una normativa municipal que establezca la exigencia de los contenedores. La fundación a mi cargo, a través de un convenio, puede retirar, desactivar o almacenar todos esos materiales y evitar que esa gente pueda seguir usando el litio para drogarse”.
Por otra parte, informó que tienen un ofrecimiento de empresarios españoles para montar una planta de tratamiento de pilas, para lo cual se necesita del aval del Estado.
“Si contamos con ese aval, los extranjeros nos entregarán la planta toda montada. Y no tenemos otra opción. Tarde o temprano tenemos que tener esa planta”, dijo.
Puntualizó que “quién o qué país va a querer recibir este tipo de basura tóxica. O seguiremos tirando en ríos y arroyos, contaminando todo. Lo más grave es que gente comprometida no hace nada para controlar este tema”.