EFE
José Antonio Urrutikoetxea Bengoechea, alias Josu Ternera, protagonista del comunicado en el que ETA anunció ayer jueves su disolución, es uno de esos huidos, así como José Ignacio de Juana Chaos, considerado uno de los etarras más sanguinarios.
Junto a Ternera y De Juana, las fuerzas de seguridad españolas incluyen a otros cuatro terroristas entre los más buscados, en el marco del centenar de miembros de la banda que tienen en vigor requisitorias judiciales.
Francia, otros países europeos e Iberoamérica son lugares donde se esconden los activistas, que en la jerga judicial se consideran “legales” al no estar fichados por las fuerzas de seguridad y que tras el cese de violencia quieren seguir “una vida normal” sin haber pagado sus deudas con la Justicia española.
Pero son las fotografías de Josu Ternera y De Juana Chaos las que siguen en los dos primeros puestos de la lista de etarras en busca y captura.
Ternera está en paradero desconocido desde 2002. Entre sus cuentas a saldar con la Justicia están el atentado del 11 de diciembre de 1987 de la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza, en el que murieron once personas, entre ellas seis menores, y, más reciente, su procesamiento por crímenes de lesa humanidad.
En enero de 2003 Josu Ternera fue incluido en la lista de los delincuentes más buscados de Interpol, encabezada entonces por el saudí Osama Bin Laden.
Por otro lado, siete años acaba de cumplir huido de la Justicia José Ignacio de Juana Chaos, de 63 años. Tras estar 21 años encarcelado, se instaló en Irlanda en 2008. Dos años después, en abril de 2010, y tras un mes de incomparecencias ante la Policía norirlandesa, la Audiencia Nacional española pidió informes de su paradero.
Como Irlanda no parecía ya un escondite seguro, De Juana se instaló en Venezuela, como en 2014 mostraría la cadena de televisión española Antena 3 en unas imágenes en las que se veía al miembro del comando Madrid en compañía de su pareja y su hijo en el centro comercial Nueva Barcelona, en el estado venezolano de Anzoátegui.
Según diversos medios de Anzoátegui, De Juana se mudó a la localidad de Chichiriviche, donde, al menos en 2015, regentaba una licorería. El Gobierno español activó una petición de extradición con la “máxima celeridad” para Venezuela, que hasta ahora no ha obtenido resultado.
También está huido José Luis Eciolaza Galán, alias Dienteputo, dirigente histórico de ETA que formó parte del comando Donosti, autor de numerosos asesinatos.
Además, desde 2002 se busca a Oier Eguidazu, colaborador del comando Vizcaya en 2000 e integrante del comando Andalucía, que se enfrenta a varias decenas de años de pena por pertenencia a banda armada.
Desde 2010 se busca también a Eneko Aguirresarobe, uno de los jóvenes que se cree que se aún se esconden en países europeos.
Aunque sobre ninguno de estos últimos pesan acusaciones de delitos de sangre, las fuerzas de seguridad atribuyen a Eguidazu varios intentos de atentado.