Para limpiar los 1.000 metros de curvatura armónica donde se encuentran los sedimentos que obstaculizan el paso del agua se utilizan 22 excavadoras, 7 de ellas tipo anfibio y 8 topadoras.
Son 50 personas las que operan estás máquinas de gran porte para limpiar el canal del río que incluye 750 metros de territorio argentino. “En los próximos 25 días los trabajos serán intensos, incluso las 24 horas”, explicó el director de la Comisión Nacional del Pilcomayo, Óscar Salazar Yaryes.
En el lado paraguayo ya culminaron los trabajos desde la frontera hasta el km 50. El objetivo es garantizar el ingreso de las aguas en la próxima riada que se prevé para la segunda quincena de diciembre y principios de enero.
Las últimas dos etapas consisten en la zona de bañados con una extensión de 65 km, donde los productores de la zona presentaron una propuesta de intervención, mientras que luego se debe trabajar en un encause natural hasta el km 300 en las inmediaciones de la localidad de General Díaz.
Con este operativo se pretende evitar que se repita la sequía registrada a mediados de año que provocó la muerte de animales, entre ellos peces, yacarés, carpinchos y tapires. Esto generó la indignación de la ciudadanía e incluso un grupo organizó una expedición para salvar a los animales que seguían con vida en la zona.
El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) había responsabilizado del hecho al presidente de la Comisión Pilcomayo, Daniel Garay, quien a su vez fue imputado junto con los fiscalizadores Miguel Ferreira y Atilio Medina.
Garay, quien a su vez deslindó responsabilidad en el hecho fue destituido y en su reemplazo asumió Óscar Salazar.