De esta forma, los dueños de pequeñas y medianas empresas pueden arrancar con su propio emprendimiento, como Carlos Abente, quien inyectó capital por G. 300 millones para armar un servicio de alquiler de máquinas de construcción en Fernando de la Mora.
“Ahora ya tengo un camión tumba, un volquete y un tractor pequeños para el ámbito de la construcción”, dijo.
Abente consiguió una pequeña exoneración de impuestos al ingresar los camiones y tramitar el despacho aduanero. Había contactado ya, cuando vivía en España, con paraguayos que estaban en contacto con Repatriados, entonces se le facilitó más el camino para lograr que el subsidio sea de G. 15 millones, según dijo.
Otro de los repatriados que vinieron desde la península ibérica es Fabio Escurra, quien se dedicó siempre al rubro eléctrico, su padre era técnico en refrigeración y habiendo aprendido el oficio para sostenerse en Europa, según relató su experiencia.
“Si bien económicamente no me faltaba nada, sentía la necesidad de retornar y necesitaba un vehículo para el negocio, porque desde que volví estoy instalando cámaras, alarmas y todo lo referente a electricidad”.
Agregó que en la oficina de Repatriados le ayudaron y pusieron todas las herramientas para aprender, como el plan de negocios, destacó el joven de Asunción, quien consiguió de la oficina estatal un aporte de G. 15 millones; y su contribución fue de 10,5 millones de guaraníes.
Carpintería. Roni Prieto también accedió a un subsidio (por G. 16 millones) siendo el capital aportado por este joven de G. 114,5 millones para instalar una carpintería en Ciudad del Este. “En principio tenía el taller en mi casa, pero quiero expandirme y contar con un espacio adecuado. Lo de Repatriados me sirvió para comprar una máquina encuadradora”, sostuvo.
La Secretaría |de Repatriados realiza una asistencia a los paraguayos que retornan al país para iniciar un negocio.