17 jun. 2025

Una mujer al frente de la ONU

Desde su fundación, hace más de 70 años, el organismo internacional más importante del mundo, las Naciones Unidas, solo ha sido liderado por hombres. Pese a su muy promocionado discurso a favor de la igualdad de género, la mujer ha sido relegada de la conducción principal de esta institución fundamental del derecho internacional público. Surge ahora la candidatura de la búlgara Irina Bokova, actual directora general de la Unesco, para convertirse en secretaria general de la organización. Paraguay debería apoyar decididamente su candidatura. Será la mejor manera de demostrar en los hechos que, tanto dentro como fuera del país, el Gobierno nacional apuesta por una verdadera y concreta dignificación del género femenino.

El paraguayo más universal que ha existido hasta el tiempo presente, Augusto Roa Bastos, gloria máxima de las letras nacionales, se declaraba un encendido defensor no solo de la mujer, sino de su acceso a la vida pública del país. Ello le llevó a decir alguna vez: “Ambiciono como una cosa sagrada que haya una mujer presidenta”. Y añadía: “Pienso que la incorporación de la mujer a la vida pública del país puede traer avances muy grandes. No tenemos todavía conciencia, no le hemos dado todavía a la mujer el valor no solamente simbólico sino en el terreno de los hechos. Porque la mujer sigue siendo la esposa del político, pero no todavía la protagonista”.

Esta conclusión es absolutamente válida tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Por esta razón nuestro diario propugna la idea de que el Gobierno debería apoyar la candidatura de la búlgara Irina Bokova, actual directora general de la Unesco, como secretaria general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). De hecho, la Cancillería anunció que en breve la señora Bokova visitará oficialmente nuestro país. Razón de más para explicitar en ese momento nuestro respaldo a su candidatura.

Desde su fundación en 1945, la ONU solo ha sido liderada por hombres. Las mujeres han ocupado, generalmente, cargos más bien secundarios. Pese a ello, la Organización es rica en manifestaciones a favor de la igualdad de género y la necesidad de que las mujeres avancen en el ámbito de la acción pública, a fin de que esa equidad se traduzca, antes que nada, en una mayor dignificación de la mujer. En Paraguay, que comparte la cultura machista del resto del subcontinente latinoamericano, sabemos de la necesidad de que las mujeres sean promovidos de manera urgente a importantes posiciones de conducción política. No se trata de actos de “generosidad” por parte de los hombres, sino de estricta justicia.

El mandato del actual secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, culminará a fin de año. Será en la Asamblea General que se iniciará el mes de setiembre que su sucesor será electo, luego de que, en abril próximo, todos los candidatos pasen sendas sesiones de presentación de propuestas ante un panel integrado por propias autoridades de la organización, representantes de la sociedad civil y organizaciones no gubernamentales.

En el entendido de que la visión de la mujer puede enriquecer, dar pluralidad y cambiar el fuerte desequilibrio de fuerzas existente en el manejo de los resortes de poder en el mundo, estamos convencidos de que ha llegado la hora de que una mujer sea encumbrada a la máxima dirigencia de la ONU.

Algunas mujeres destacadas han hecho historia en la política internacional, tales como Indira Gandhi, Benazir Bhutto, Cory Aquino, Violeta Chamorro y actualmente Angela Merkel, en Alemania. Sin embargo, es mucho más amplia la contribución que se espera de ellas, y sobre todo mucho más representativa, si pretendemos construir un mundo verdaderamente más justo, humano y respetuoso de los inalienables derechos de las mujeres.