Vanessa Rodríguez | Misiones
Allí estas familias tienen, en total, 3.000 cabezas de ganado. En promedio, 700 personas viven de la producción del ganado que se genera en el lugar y tienen riesgo de pérdida si el río crece.
“Somos 120 socios con un promedio de cinco integrantes cada familia. Somos 700 las personas que dependemos del campo comunal; gran parte de la economía de Santa Rosa depende de nuestra producción para abastecer no solo carne, también leche, queso, entre otros. Pedimos la compra de un terreno de 200 hectáreas que está pegado al campo comunal, ya sufrimos cuatro crecientes este año y fallecieron varios de nuestros animales”, expresó Fabián Ayala, presidente de la asociación Campo Comunal.
La problemática que surge actualmente es cuando crece el río y los animales necesitan resguardarse en los lugares aledaños altos. El anterior propietario del predio cercano, Juan Cálcena, cuando había crecida les permitía a los usuarios del Campo Comunal guarecer a sus animales en su predio. Sin embargo, la propiedad fue vendida y los actuales propietarios no permiten la entrada de los animales. Esto ha provocado que varios de ellos mueran.
Ante esta situación, las familias afectadas han recurrido a la Municipalidad local en busca de soluciones, y es así que el intendente Arnaldo Valdez, acompañado del concejal Daniel Colmán, se hicieron presentes en el lugar para conocer el problema.
A partir de allí el intendente en conjunto con los usuarios del Campo Comunal presentaron una nota a los miembros de la Junta Municipal de Santa Rosa Misiones explicando la situación y pidiendo la declaración de interés distrital la adquisición de un inmueble cercano para la mencionada asociación, teniendo en cuenta la grave situación de pérdida a la que se exponen las familias que viven de este rubro.
Los miembros de la Junta, por su parte, realizaron la declaración sobre tablas y prometieron su apoyo para concretar el pedido.
Las doscientas hectáreas que solicitan tendrían un costo aproximado de G. 2.000 millones, que deberá cubrir el municipio. Incluso los usuarios están dispuestos a poner una contrapartida.