Paraguay es el único de Sudamérica que posibilita la entrada de automóviles obsoletos. Según un informe del Departamento de Estadísticas de la Cámara de Distribuidores de Automotores y Maquinarias (CADAM) en el año 2016 ingresaron al país 46.221 vehículos de más de diez años de antigüedad.
Este hecho trajo como resultado el descontrolado aumento del parque automotor. Sumado a las facilidades crediticias que existen en el mercado, cada vez se sufre de un tráfico más congestionado.
Rafael Sosa, de la Dirección General del Aire de la Secretaría del Ambiente (SEAM), comentó tres factores que generalmente se omiten mencionar al momento de comercializar estos vehículos importados.
Pastillas de frenos y el plato de presión
Las pastillas de frenos y los platos de presión poseen habitualmente altos contenidos de asbesto crisólito (base de amianto). Estos son compuestos altamente nocivos para la salud, de hecho son causales de cáncer.
La comercialización, importación o producción de asbesto está prohibida en varias partes del mundo ya que contribuye a la presencia de Material Particulado (MP), una mezcla de partículas, diminutas y nocivas para la salud, suspendidas en el aire, en la composición de la atmósfera.
“A nivel mundial se van cerrando las empresas que producen productos con asbesto. Aquí en Paraguay aún no está reglamentada la prohibición, pero se están realizando trabajos al respecto. En estos momentos se está priorizando la disminución del contenido de azufre en combustibles; los mismos trabajos serán replicados en el asbesto”, explicó.
Los gases del aire acondicionado
El sistema de refrigeración contiene hidrofluorocarbonos como el HFC-134 A, un componente medianamente inflamable y que, si bien no daña directamente la capa de ozono, sí provoca un alto impacto en el calentamiento global y hay que tener ciertos cuidados para manipularlo. En la actualidad, este gas está siendo reemplazado por el tetrafluoropropeno HFO 1234 YF.
“Cambiar de la noche a la mañana esto es muy complicado, pero debe acompañar a lo que va a pasar en la línea de producción de los vehículos, ya que ahí se van a dejar de usar los gases que son nocivos para reemplazarlos por otros más amigables”, añadió el Ingeniero Sosa.
El proceso de cambio de volante
Al respecto, comentó que los talleres de cambio de volante deben de estar habilitados por las Direcciones de Ambiente de cada Municipalidad. “Estos locales contribuyen como actividad generadora de Material Particulado, debido a la quema del plástico, uso de fibras de vidrio y una serie de factores negativos ", declaró.
Al mismo tiempo, advirtió que este es un trabajo altamente tóxico para las personas que hacen las labores, inclusive con efectos cancerígenos.
Otros inconvenientes
Asimismo, cabe mencionar que en los rodados importados de más de diez años de antigüedad se presentan otros inconvenientes además de los factores citados anteriormente.
Los gastos frecuentes en mantenimiento, ya que a medida que los coches envejecen sucumben a más desgaste; la historia del automóvil, no se puede tener acceso completo al historial del mismo (propietarios y cuidados que se tuvieron); la tecnología, esto influye desde la capacidad de reproductores mp3, GPS, hasta el consumo más eficiente del combustible; y la falta de garantía, son algunas desventajas.
“Los autos usados deben ajustarse a los parámetros permitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y su ingreso al país tiene que ser a través de un solo puerto, en donde tenemos que prever un control al estado general del vehículo; esta sería una de las salidas más beneficiosas. Así, los rodados que no pasen los requerimientos serán directamente reembarcados a su ciudad de origen”, finalizó Sosa.