Hace un año y siete meses aproximadamente los trabajos de restauración quedaron a la deriva. Los feligreses urgen, además de salvar la infraestructura deteriorada, volver a colocar en su lugar el cielo raso de la sacristía que fue desmontado durante la obra frenada. Estas maderas son originales de la construcción –culminada en el año 1772– y temen que puedan ser estropeadas al estar tanto tiempo tiradas en un rincón.
La Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) había anulado en el 2015 la contratación por el valor G. 12.000 millones para la restauración al consorcio C&C –integrado según registros por Caraguatay SA e IBC Ingeniería– afirmando que hubo una falsificación de documento para el respaldo financiero.
Tras varias postergaciones, el viernes pasado el Ministerio de Obras Públicas recibió a los oferentes interesados en retomar los trabajos. Fueron presentadas dos empresas: Alfa y Omega SA, con una propuesta de G. 20.806.088.474, y Caraguatay SA, con una oferta de G. 19.709.361.512. Esta última integraba el citado consorcio separado de la obra.
Entre los ítems solicitados figuran: construcción de vallado perimetral, provisión, montaje y retiro de andamios de apuntalamiento, así como la protección física, lateral y superior del retablo mayor.
Pedido. Autoridades municipales, la comisión Pro Restauración y pobladores de Yaguarón en general ya habían solicitado al MOPC evitar nuevamente la adjudicación a Caraguatay SA, cuando la convocatoria había sido internacional y también se había presentado.
“Queremos que las cosas se hagan bien. El año pasado vinieron expertos en restauración de España y Suiza para observar el estado del templo. Al mirar la sacristía textualmente dijeron que fue una barrabasada lo que hicieron”, señaló Daniel Pino, de la comisión Pro Restauración.
Irregularidades. Por su parte la arquitecta Sandra Bazán, asesora de la comisión, explicó que el consorcio no había cumplido varios puntos que figuraban en el contrato, como el estudio preliminar, previamente a la intervención, y la presencia de un profesional residente en el área de restauración. Dijo que la intervención del cielo raso de la sacristía no figuraba en el contrato.
Desde ÚH intentamos conversar con representantes de Caraguatay, pero no respondieron las llamadas.
Tránsito. Otro hecho que preocupa a la comisión es que la iglesia, declarada como Patrimonio Histórico Cultural, se encuentra sobre la ruta 1, la circulación de vehículos es masiva y solicitan realizar un desvío del tránsito, sobre todo para los camiones de gran porte para así evitar que las vibraciones sigan dañando al templo.