Al ingresar al camposanto por la entrada principal, que va hasta la cruz mayor, se percibe la limpieza y el orden, sin embargo, con solo adentrarse unos metros se observa que la basura abunda.
Las malezas, botellas, plásticos y todo tipo de basura acumulada entre los panteones, así como floreros llenos de agua, son la preocupación de los pobladores de la zona, según denuncia María Benítez.
Varios panteones también se encuentran en mal estado, con puertas y candados rotos. Jóvenes adictos o amigos de lo ajeno no dudan en usar e lugar como refugio para escapar de las autoridades de seguridad en horas de la noche si ven que su libertad está en juego, indican.
Las autoridades sanitarias declararon esta semana alerta epidemiológica a nivel nacional por dengue, chikungunya y zika, por lo que el mal estado del Cementerio del Este es preocupante para quienes viven en los alrededores.
Sobrepasados. El director de Catastro, Anatoli Pugín, cuya dependencia también se encarga de los cementerios, aseguró que el personal se ve sobrepasado respecto a la limpieza.
“El Cementerio del Este tiene 18 hectáreas y cuenta con 14 funcionarios, de los cuales 4 son administrativos y los demás son obreros que tienen como función encargarse de las inhumaciones (5 a 7 por día) así como de la limpieza”, explicó.
Agregó además que desde el 2007 se encuentran trabajando en la lucha contra el dengue, pero que la gente que acude al camposanto no ayuda, ya que el personal elimina los floreros y los familiares de fallecidos se ingenian para usar “cualquier botella de plástico cortada por la mitad” para dejar sus flores con agua.
“Se hace todo lo posible, pero con las constantes lluvias se complica. Además, no damos abasto porque el predio es muy grande y la gente no se concientiza”, enfatizó.
Finalmente, Pugín instó a la ciudadanía a no arrojar su basura dentro de los cementerios y a evitar el uso de floreros.