Una serie de investigaciones, a partir de las denuncias realizadas por los vecinos movidos por la constante preocupación que genera la venta indiscriminada de drogas, llevó a los agentes a proceder con el allanamiento de la vivienda señalada como foco de comercialización de crac. En la misma fueron halladas todas las evidencias que demostraban la veracidad de las informaciones que se manejaban.
Una vez en la vivienda registraron todas las pertenencias y lugares donde podría estar almacenada la sustancia, lo que condujo a la detección de 4 cortes grandes de crac, ubicados en el bolsillo de un bolso de mano, las dosis dieron un pesaje de 4,7 gramos de cocaína fumable o crac.
Los agentes además incautaron cuatro puñales, una pipa de metal artesanal, cuatro teléfonos celulares y dinero de baja denominación.