La Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (Fipresci) alabó esa historia sobre el activismo francés contra el sida de la década de los ochenta, que vio como “un filme de amor, un filme sobre la vida”, “portador de esperanza”. La cinta es candidata a ganar la Palma de Oro del prestigioso festival.
En la sección oficial Una Cierta Mirada, triunfó el filme Tesnota, del ruso Kantemir Balagov, por ofrecer un retrato “íntimo” de una comunidad judía, mientras que en las paralelas Quincena de Realizadores y Semana de la Crítica ganó la portuguesa A fábrica de nada.
El Jurado Ecuménico, que premia desde 1974 a uno de los filmes en competición que mejor ensalce los valores humanos y solidarios, consagró a la japonesa Hikari, de Naomi Kawase, que invita por su poesía “a mirar y escuchar con más atención el mundo que nos rodea”. EFE