EFE
Debemos mantener “un rol muy activo ante todas las actitudes negativas que tienen nuestros políticos, nuestros líderes, que deciden pelearse por tonterías en el Congreso”, dijo a Efe Tamayo.
Este joven, cofundador y director general de Agua Yaqua, una empresa que vende agua embotellada e invierte parte de sus ganancias en infraestructura que lleve a agua potable a comunidades vulnerables, señaló que las redes sociales pueden ser herramientas clave para cuestionar y pedir explicaciones a los políticos.
“En las redes sociales les podemos decir ¿Por qué dices esto? pedir explicaciones a nuestros políticos de por qué no fomentan la paz y por qué fomentan discusiones de temas absurdos”, resaltó.
Tamayo es uno de mil jóvenes que participan hasta el sábado en OYW, que congrega a representantes de 196 países para discutir temas como educación, paz y conflicto, desarrollo sostenible y derechos humanos, liderazgo y Gobierno y negocios globales.
Para el joven, la construcción de paz requiere entender que “los problemas son globales” y “decirle no a la corrupción, al terrorismo y luchar por decisiones que sean formadas con valores y con ética”.
“Realmente cada vez que nosotros dejamos que un líder de opinión diga algo con lo cual nosotros no estamos de acuerdo y no hacemos nada al respecto, fomentamos que haya una cultura negativa, que no es progresista para nuestro país”, añadió.
Tamayo presentó a los asistentes la experiencia de su empresa e indicó que fue bautizada “yaku”, palabra que proviene de la lengua quechua.
“El agua que vendemos genera más yaku para las comunidades que no hablan español”, señaló.
Luego de regresar de Australia, donde estudió Economía e inspirado en el Nobel de Paz Muhammad Yunus, Tamayo decidió sacar adelante algo que muchos no conocían y no creían que existiera, “una empresa que no gané plata”.
La idea de esta empresa social, según el joven, es proveer semanalmente el agua embotellada a 2.100 puntos de venta que tiene Agua Yaqua en los 24 departamentos del país.
“Luego de eso, cada trimestre vemos cuánta plata hemos generado y los aliados que quieran financiar un proyecto de agua en una zona de interés, si dan los números, decidimos implementar el proyecto”, detalló.
Con los fondos necesarios y los aliados, se contratan a los ingenieros y las ONG para comenzar a construir la infraestructura.
Aunque la empresa realiza la primera parte del proyecto, “las comunidades tiene que poner toda su mano de obra para hacer los canales por donde van a pasar los tubos de agua”, indicó.
Agregó que las comunidades beneficiadas cuentan con 70 % de personas en pobreza extrema y un 95 % no tienen acceso a un caño o lavadero con agua corriendo.
Luego de cuatro años, Agua Yaqua ha beneficiado a 1.200 personas en ciudades peruanas de Ayacucho, Huancavelica, Cajamarca, Iquitos y Chachapoyas.
“Les estamos dando la oportunidad de soñar, porque no puedes soñar sin agua”, señaló Tamayo.