A las 9.35 de este lunes, un desconocido ingresó a la oficina de Tesorería del supermercado Archi, ubicado en el shopping Pinedo de la ciudad de San Lorenzo. Llamó la atención de los investigadores que el hombre ingresó solo y directo a donde estaban contabilizando el dinero.
El mismo vestía una campera del uniforme de los funcionarios, con el logo del supermercado. Se dirigió directamente a la oficina donde se estaba haciendo el conteo de la recaudación del fin de semana para el posterior depósito bancario, informaron desde la Comisaría 1.ª Central.
Apuntó con un arma de fuego a los empleados y cargó el dinero en un bolsón y una mochila. Se llevó aproximadamente G. 830 millones, G. 630 en billetes grandes y otros G. 200 millones con monedas y billetes de menor valor.
Por el llamativo caso serán investigados el tesorero, Juan Marcelo Colmán (26); la supervisora, María Isabel Sánchez, y la recepcionista, Ruth Apuril.
Lo extraño es que el desconocido tenía que haber pasado por la recepción, donde anotarían sus datos y lo anunciarían con el tesorero para luego tocar el timbre que le desbloquearía la puerta de acceso principal al predio.
Sin embargo, según informó el comisario Germán Arévalos, los mismos funcionarios colocaban un cartón para evitar que la puerta se cierre completamente y así evitar tocar el timbre cada vez que se debía ingresar.
Otra persona esperaba al asaltante a bordo de una motocicleta tipo cobrador, en la que huyeron rápidamente después de perpetrar el hecho.
Además, la cámara de seguridad en la oficina de Tesorería no funcionaba y faltan cámaras en el exterior; la única existente está en el pasillo y no logró enfocar el rostro del asaltante.
Arévalos dijo que se investigará a fondo el caso, ya que por la soltura con la que se desenvolvió el ladrón, tuvo que recibir información precisa que solo podría darle alguien de adentro, con lo que apuntan de momento a un funcionario del supermercado.
La recepcionista manifestó al comisario que no se percató de la presencia del sujeto porque en ese momento “estaba con muchas personas en espera”, sin embargo, en las imágenes del circuito cerrado no se ve a nadie más que a los otros dos funcionarios de Tesorería.
Los funcionarios describieron al autor del hecho como una persona alta y delgada, vestía una campera roja con el logo de la empresa y un quepis de color gris.