La disponibilidad financiera precisamente es la afectada debido al recorte del 10% que padece la UNA en su presupuesto 2016. “Tuvimos un recorte muy grande, del 10%. No nos permitieron ni siquiera el crecimiento del 10% vegetativo que tiene que ver con los nuevos ingresantes, creación de nuevas secciones, más profesores que se suman. No disponemos de ese presupuesto y estamos limitados por el mismo monto del año pasado, menos el 10%”, dice el decano de la facultad, Ing. Cirilo Hernáez, al ilustrar la situación.
Pedido. El titular de la casa de estudios con urgencia clama por más presupuesto, no solo para los cupos. Detalla que es necesario contar con más laboratorios, equipamiento e insumos. A ello le suma la necesidad de más rubros para encarar nuevas construcciones. Agrega que es necesario que la facultad genere sus propios recursos a través de los servicios que ofrece a instituciones y empresas privadas.
Estos servicios podrán ampliarse incrementando la inversión en las áreas que hagan falta. Señala que alumnos del último semestre de la carrera ya trabajan ejerciendo la profesión en el ámbito civil.
Ingreso. En cuanto al ingreso de este año, la segunda etapa correspondiente al CPI cuenta con 1.000 postulantes aproximadamente que están en la sede central. En la sede de Ayolas se da una situación inversa: Para 100 lugares se anotaron 42 personas.
Los alumnos deberán realizar por lo menos el 60% en cada una de las tres pruebas de admisión: Física, Cálculo y Geometría Analítica, para formar parte de la casa de estudios.
Hernáez explica que aunque el cupo es de 350, si existe una mayor cantidad que logra superar el mínimo requerido, se verá la forma para que puedan estar en la facultad. Para otros existe la opción de continuar sus estudios en la ciudad de Ayolas.
Como meta futura, apunta a que el número de egresados pueda igualar cada año a la cantidad de ingresantes a fin de intentar paliar el déficit de ingenieros.