Este domingo es el Día Mundial para la Prevención del Abuso Infantil y en conmemoración a esta fecha la organización Con los Niños No, convocó a la población esteña a una gran manifestación.
Sin embargo, pocos fueron los interesados en reclamar justicia, así como un trato más justo y humano a los niños que son víctimas de abuso.
La jornada se realizó en la tarde de este domingo en el Lago de la República, en Ciudad del Este, informó la corresponsal de la zona, Noelia Duarte.
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“A raíz de esta fecha decidimos organizar un encuentro porque somos personas con trabajo, familia y otras responsabilidades, pero preparamos una jornada para los niños, y con folletos informativos para los adultos”, contó a Última Hora Marina Giménez, una de las organizadoras.
En tres años de existencia de la organización Con Los Niños No, les tocó tomar cientos de casos, no solo de abusos sexuales, en todos los distritos del Alto Paraná.
Trabajan en la educación y capacitación tanto en niños como en adultos, y como un nexo para realizar la denuncia que luego pasa a la Fiscalía para la investigación correspondiente.
“Infelizmente tenemos muchísimos casos de abusos sexuales en niños y niñas, según la estadística 3 casos denunciados por día”, lamentó Giménez.
Otros casos que se presentan mucho en Alto Paraná tienen que ver con el abandono, violencia física en niños y descuidos.
Lamentó que existe una sociedad anestesiada y ciega ante estos casos, sumada a las falencias propias de la justicia paraguaya.
“Hay muchas falencias en el ámbito judicial porque siempre prevalece a quien más aprieta parece”, criticó.
Dijo también que las instituciones que deberían estar velando por el interés superior del niño nunca están, no cumplen y pocas veces reciben respuestas de ellos.
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Como crítica de la Secretaría de la Niñez y Adolescencia dijo: “el mecanismo de tortura dice que los niños no sean institucionalizados y muchos hogares fueron cerrados. Yo tampoco estoy de acuerdo con esto pero las cosas pueden funcionar si realmente se hacen como se deben hacer”.
Hay niños en cuyas familias biológicas no hay personas capaces de brindarle el cuidado adecuado y la seguridad.
La solución para la profesional son las familias acogedoras pero eso no prende en el Alto Paraná por falta de voluntarios. “La gente no quiere hacerse cargo por un determinado tiempo nomás, quieren ya con derecho a adopción”.
“Lo que más me preocupa del tema abuso sexual es que no distingue posición social, estrato económico, raza, religión. Se da en entornos que no se imaginan como familiares y religiosos, con madres que son cómplices que apañan con su silencio por miedo o lo que sea”, señaló.