El músico, que dejó su país para desarrollar su talento artístico en lugares como España, donde vivió 38 años, y Paraguay, donde estuvo alrededor de una década, “se presentó con grandes músicos, como Miguel Ríos, y profesionales que tocaban con Joaquín Sabina”, recordó Rolando Chaparro, quien trabajó con el percusionista desde su llegada al país.
“Cuando a uno le toca una partida tan fuerte y cercana, de alguien con quien uno compartió, se queda helado; no sabe qué hacer. Así estamos todos los que tocamos y queremos muchísimo a Cacho”, añadió el guitarrista y compositor.
Chaparro afirma que Montes deja un legado enorme de musicalidad y calidad, y un gran valor como ser humano. “Él era solidario, dulce, tierno como él solo; me acompañó en las buenas y las malas, y no solo a mí, sino a muchos colegas”, añadió.
Chaparro tocaba con Montes prácticamente desde que este llegó al país, y grabaron juntos varios discos suyos, desde el año 2009, entre ellos, el material 6x8.
“Lo último que hicimos fue el disco de canciones de cuna y temas infantiles Prohibido no escuchar, presentado por Global Infancia. En tanto que el último show que tuvimos juntos fue en el festival misionero”, recordó Rolando Chaparro.
Finalmente, el guitarrista de Afropolka dijo que a pesar de que Montes ya había tenido dos preinfartos, últimamente estaba muy bien. “Esta partida fue repentina y sorprendente. El martes estuvimos mensajeándonos, porque había regresado de Buenos Aires”, dijo.