A diferencia de los periodos anteriores, este mandato tiene la importancia de que el próximo titular de la Cámara Alta que asuma el 1 de julio estará en la línea de sucesión presidencial, que en el caso de una doble acefalía –de darse la renuncia del presidente Horacio Cartes y del vicepresidente Juan Afara– lo ubicaría como titular del Poder Ejecutivo hasta la finalización del presente periodo presidencial.
Las renuncias de Cartes y Afara se darían en el caso de que el jefe de Estado y el segundo del Ejecutivo decidan competir por la banca para la Cámara de Senadores en las próximas elecciones generales, debiendo ir primero a las internas de la ANR.
En total hay cinco nombres en la danza de candidatos para presidir el Senado y el que consiga la mayoría de votos (23) será elegido.
Entre los postulantes por el sector mayoritario que impulsó la enmienda constitucional figuran Jorge Oviedo Matto, de Unace; Blas Llano, del PLRA; Fernando Lugo, del Frente Guasu. Mientras que por el sector de la disidencia están postulados Óscar Salomón, de la ANR, y Miguel Abdón Saguier, del PLRA.
El cargo de titular del Senado no es desconocido para Oviedo Matto, ya que lo ejerció desde julio del 2011 a julio del 2012, y reelegido nuevamente ese año, pero no terminó su mandato porque renunció en abril del 2013.
El oviedista se vio obligado a renunciar luego de ser implicado en un negociado de compra de tierras por parte del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) a la empresa San Agustín, perteneciente a su padre.
A más de la acusación de tráfico de influencia, en dicha operación se habría dado una sobrefacturación, ya que el precio de las tierras era en principio de G. 46.884.846.163, y fue elevado a G. 60.294.298.050. También se cuestionó que las tierras, unas 5.700 hectáreas, no eran aptas para el desarrollo de actividades agroganaderas.
La compra de tierras se dio en el marco de un acuerdo electoral de último momento entre el PLRA y el partido Unace, para ir juntos a las generales del 2013.
El Unace se comprometió a apoyar a la entonces chapa Efraín Alegre (PLRA)-Rafael Filizzola (PDP). Fue tras el accidente fatal de Lino César Oviedo, ya cuando Federico Franco ejercía la presidencia, a raíz de la destitución de Fernando Lugo, vía juicio político.
Oviedo Matto negó el negociado y haber cobrado G. 1.200 millones, de dicha transacción, se atornilló al cargo de presidente del Senado, pero finalmente cuando perdió el apoyo político de sus aliados tuvo que dimitir. El liberal Alfredo Luis Jaeggli completó el periodo al frente del Congreso.
Antes de este episodio de la venta irregular de tierras, Oviedo Matto ya fue muy cuestionado por obras y compras realizadas durante su mandato en el Senado.
QUINCHO DE ORO. Uno de los mayores cuestionamientos a su gestión fue la construcción de un quincho en el Congreso. La obra demandó nada menos que G. 140 millones, por lo que a dicho espacio se pasó a denominarlo “el quincho de oro”. Las críticas fueron, a más del elevado costo, que dicha construcción era innecesaria.
El oviedista estuvo implicado además en otra compra también considerada innecesaria para el país. El Congreso adquirió un piano de lujo por USD 200.000. Se trata de un piano de cola de la prestigiosa marca Steinway & Sons, modelo D-274, que según los expertos es el elegido por antonomasia de los concertistas más importantes del mundo.
“Este piano va a estar a disposición de todas las orquestas del país y vamos a firmar un convenio con la gente del Banco Central o con el Teatro Municipal para que el piano esté a disposición de todos los artistas del país”, había expresado el legislador.
El instrumento musical no tenía un lugar específico y tenía un alto costo de mantenimiento. Finalmente, tras muchas críticas, fue donado al Teatro Municipal de Asunción.
Otro caso en el que se vio involucrado el senador que ahora pretende nuevamente presidir el Senado fue la gran contratación de una gran cantidad de empleados denominados vips en el Congreso e incluso en la Contraloría General de la República, donde el contralor de entonces era el oviedista, Rubén Velázquez.
Oviedo se defendió señalando que no tuvo nada que ver con los ingresos masivos en la Contraloría porque cuando eso aún no estaba en el Congreso.
El senador tuvo otra pelea aparte en la interna en el Unace por el liderazgo, luego de la muerte de Lino Oviedo. Superó incluso a los herederos del general, pero la mayoría de sus seguidores retornaron a la ANR, como el caso de los hijos de Lino, diputados Ariel y Fabiola Oviedo, y Óscar Tuma.