“WWF Paraguay manifiesta su desacuerdo en que se afecte la integridad de los bosques nativos como respuesta a un problema social, relacionado con la inseguridad, en varios departamentos de la Región Oriental. Creemos que existen alternativas válidas para alcanzar el objetivo sin necesidad de afectar el ecosistema y un ejemplo es el proceso de paz en Colombia”, destaca el texto oficial de la oenegé.
WWF es una de las organizaciones propulsoras de la Ley de Deforestación Cero, la cual prohíbe la destrucción de bosques en la Región Oriental.
Desde que esta organización no gubernamental se puso en vigencia en el 2005, hubo una reducción del 80% de la tasa de deforestación en el Bosque Atlántico del Alto Paraná, menciona el comunicado.
“Echar nuestros bosques en nombre de la protección de los seres humanos podría causar más perjuicios que beneficios”, responde la organización a la propuesta de la Rural de modificar dicha legislación para que la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) haga callejones y picadas en los montes, de tal manera a encontrar al autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), según explicó el presidente del gremio, Luis Villasanti.
Lo que queda. La organización hace hincapié en que lo que se trata de proteger es lo poco que queda de bosque en esta parte del continente.
La depredación de los bosques fue tan brutal en los últimos años, pese a los avances desde la sanción de la ley en cuestión (ver infografía), que el remanente que queda hoy, pese a estar degradado, tiene una función fundamental. “Aun estando muy dañados y degradados (los bosques) protegen directamente a miles de personas que dependen de agua limpia y otros servicios del ecosistema”, explica la organización.
“Ante el problema de la seguridad, WWF Paraguay confía en el trabajo de las autoridades que pueden encontrar alternativas válidas sin necesidad de tumbar árboles”, reza el texto y proponen apelar al diálogo.