Por Darío Bareiro Fariña
CAACUPÉ
Monseñor Claudio Giménez, obispo de Caacupé, criticó ayer duramente a los políticos, legisladores y jueces que acceden a sus cargos solo con el objetivo de llenarse los bolsillos. Instó a las autoridades a cumplir su misión y no dejarse sobornar por el dinero del narcotráfico.
Esto, durante la misa central en la Basílica de la Virgen de Caacupé, en la que centró su homilía en la fidelidad en la misión que Dios dio a cada uno de los paraguayos.
“Si (Dios) nos dio a nosotros la misión de ser sacerdotes tratemos como Pedro de mirar de frente y nunca atrás, hasta el final. Ser fiel, ser pastor de la iglesia del Señor. Apacentar su rebaño y no confundir con aprovecharse del rebaño”, expresó.
El obispo dijo que toda misión debe cumplirse siguiendo el evangelio y eso incluye también a los gobernantes.
"¿Y si (Dios) te dio la misión de gobernar, de representar a nuestro pueblo? Si te dio poder de legislar, de juzgar, de ejecutar las leyes; entonces trata de cumplir esa responsabilidad que se te ha encomendado con honestidad, con honradez, y no aprovechando el cargo que tienes para llenarte el bolsillo”, señaló.
Expresó que muchas autoridades dicen: “Esta es mi oportunidad, el gran momento de mi vida”, y entonces se llenan el bolsillo en vez de ayudarle al pueblo. “Se te ha encomendado una misión y de ninguna manera el robo, de ninguna manera la mentira ni dejarse sobornar con un dinero sucio, a lo mejor del narcotráfico o de otras cosas”, expresó el religioso.
MISIÓN. Monseñor Giménez refirió que todos los paraguayos tienen una misión de Dios y que algunos y algunas dicen no tener una misión tan grande, porque es ama de casa, un obrero, un campesino.
“Igualmente estamos llamados a realizar la pequeña misión que Dios nos da, de la mejor manera posible. O sea, hacemos las cosas ordinarias de manera extraordinariamente bien, como cristiano que somos, y así vamos a alumbrar también nosotros desde el lugar en donde estamos”, dijo el obispo de Cordillera.
Instó a los fieles a no contentarse con hacer las cosas a medias, desterrando de la mente el famoso “ovaléma” “así nomás”, “péichante”.