19 jul. 2025

Necesitamos más empresarios cristianos

Todos los días, los valores cristianos son puestos a prueba a los empresarios que buscan imitar a Cristo en su labor empresarial. Ser cristianos no se trata de una actividad de fin de semana o de una clase social; se trata de un testimonio de vida diario. Solo quien tiene valores firmes puede conocer la dimensión del respeto, y solo quien tiene respeto probablemente será no solo un empresario cristiano, sino uno exitoso.

Por José Méndez,  socio ADEC

Por José Méndez, socio ADEC

¿Cuáles son algunas de las principales pruebas de los empresarios cristianos?

Las tentaciones para “sobornar, comisionar o sobrefacturar” forman parte del “folclore” de los negocios en Paraguay y probablemente de toda Latinoamérica; se requiere de una voluntad inquebrantable y humilde para no reprobar dichas pruebas. Sin embargo, aquellas conversaciones y pequeñas acciones positivas, diarias con nuestros empleados, proveedores y compañeros de trabajo son los que nos definen como verdaderos empresarios cristianos líderes, nos permiten glorificar a Dios en nuestro trabajo y ser luz en nuestras empresas, familia y en las distintas comunidades en las que participamos. Luego de que el respeto hacia la dignidad humana de aquellas personas con quienes compartimos diariamente forme parte de nuestro comportamiento diario, será más fácil reducir las tentaciones que mencionamos al inicio de este párrafo, y de a poco, iremos erradicándolas del ADN paraguayo.

Aunque los domingos participo del coro en la parroquia Virgen de Fátima, y lidero pequeñas comunidades cristianas, creo que donde de verdad está mi mayor servicio comunitario cristiano y donde pongo a prueba mis valores, son los lunes, a las 7 AM, en mi empresa, ya que debo practicar la enseñanza de aquella pasión mística de la música y devoción a Dios, liderando con el ejemplo y anunciando el evangelio con gestos, palabras y acciones.

Es muy probable que no todos los lectores crean en Dios o en un ser superior; sin embargo, podría asegurar que todos tenemos ciertos valores éticos que marcan nuestro rumbo y nuestro horizonte sobre los cuales actuamos diariamente en lo laboral y personal, y son esos valores los que harán de nuestra comunidad y de nuestro país un mejor lugar para vivir.

Los empresarios cristianos o aquellos con firmes valores avocados a crear un país mejor, tenemos que tomar los espacios gremiales, políticos y sociales que nos corresponden, ir quemando etapas, aspirar a más, soñar, crear y hacer que las cosas sucedan.

Necesitamos que un cristiano, quiera ser empresario para rentabilizar su inversión y que esa rentabilidad pueda dar trabajo a más gente y así ayudar a la comunidad. Necesitamos que más cristianos quieran ser líderes empresariales, que tomen los espacios gremiales de representación y que defiendan los intereses de todos los paraguayos. Necesitamos empresarios cristianos que anuncien el evangelio día a día en sus empresas y que esas empresas sean prósperas y luces para otros empresarios. Necesitamos creer que ser un empresario es una bendición y que tenemos un don para cambiar vidas, familias y comunidades, con trabajo, motivación y planificación.

Te invito a formar parte de una nueva generación de empresarios, aquellos que no solo buscan el lucro o solo el fortalecimiento de lo social, sino que lo combinan en sus negocios y lo hacen sostenible y así, en un marco de justicia social, día a día, hacen un mejor Paraguay.