Lafuente explicó que se tienen dos situaciones con los gremios docentes. El primero tiene que ver con el estado de huelga notificado por la Unión Nacional de Educadores (UNE) hasta el 27 de noviembre.
Por otro lado, se tiene la movilización de los demás sindicatos docentes para este miércoles y jueves. “Hay que ver los alcances de las movilizaciones. La movilización supone la manifestación sin afectar el horario de trabajo”, dijo en conferencia de prensa.
Por ese motivo, señaló que estarán analizando la implicancia de la participación en actividades en horarios de trabajo.
“La educación es un servicio imprescindible. Nuestra legislación exige el cumplimiento del servicio público porque los niños no son bienes transables, son sujetos de derecho y sus intereses son superiores a cualquier otro derecho”, manifestó Lafuente.
Fue firme al decir que la movilización en horario de trabajo y con abandono de las aulas tendrá el tratamiento de días no trabajados.
“Acá nadie está amenazando. Solo debemos ceñirnos exclusivamente a las consecuencias de acciones que se toman. Todos los docentes saben que la educación es un servicio imprescindible y las huelgas tienen sus normas y hay que cumplirlas, al igual que las movilizaciones que también tienen sus normas”, afirmó.
Reiteró que la educación es un servicio que no puede ser suspendido por ningún motivo, incluida la huelga, y que la administración financiera del país y el Código del Trabajo establecen que los días no trabajados no se pagan.
Sobre la exigencia del sector, en cuanto a un reajuste salarial del 10% para todos los docentes, respondió que se quiere empezar a equiparar los salarios desde los que menos ganan.
“No es posible ni es justo hacer un aumento para todos con la misma proporción porque no todos tienen un salario básico mínimo. Por tanto, la política del gobierno es hacer justicia desde el nivel con menores ingresos y posteriormente trabajar la carrera docente”, afirmó.