EDIMBURGO - REINO UNIDO
Londres, Edimburgo, Cardiff y Belfast, las capitales de las cuatro naciones británicas, acogieron procesiones simultáneas en las que los participantes, en su gran mayoría mujeres, portaron pañuelos de color verde, blanco y violeta y marcharon en tres columnas para simular un gran mural tricolor.
Según explicó Amy McNeese-Mechan, coordinadora de Cultura del Ayuntamiento de Edimburgo, la idea era que, desde el aire, se apreciase una obra con los tres colores que en inglés (green, white, violet) son el acrónimo del eslogan “Give Women Vote” (Dad el voto a las mujeres), abanderado por las sufragistas. “El objetivo es rememorar la lucha que las sufragistas emprendieron para lograr algo que ahora nos parece normal, pero que fue una idea revolucionaria en su época”, destacó McNeese-Mechan.
Añadió que el evento, organizado por las plataformas 14-18-Now y Artichoke, también perseguía ser una oportunidad para que las mujeres de todo el país se reuniesen y exigiesen todo lo que todavía queda por conseguir en materia de igualdad.
Las calles más céntricas de las capitales británicas se llenaron de mujeres de todas las edades que portaban una gran variedad de pancartas, algunas bordadas a mano, en las que se podían leer mensajes como “Aún así, ella persistió”, “Mujeres empoderadas”, “Las mujeres unidas cambiaremos el mundo” o “Poder femenino”.
Muchas asistentes vestían imitando el estilo de mujeres como Emmeline Pankhurst, la líder del movimiento sufragista británico que coordinó una campaña radical que bajo el lema “Hechos, no palabras” usó tácticas como colocar bombas, romper escaparates, cortar cables telefónicos o quemar buzones de correos.
En Escocia destacó la figura de Elsie Inglis, una de las primeras médicas, quien, además de apoyar el movimiento sufragista, se organizó con otras mujeres para montar hospitales de campaña en Francia y asistir a los heridos de la Primera Guerra Mundial, un legado por el que Edimburgo estudia erigir una estatua en su honor.