09 ago. 2025

Menor, cegado por los celos, mata a una joven en Santaní

Un joven de 16 años, de iniciales J.B.C., acabó con la también joven vida de su novia Jessica Lorena Ortega Rivarola, de 19 años, e hirió a otra persona. El hecho se registró alrededor de las 23.00 del lunes, en la calle Arroyense, de la compañía Punta Suerte, distante a 20 kilómetros de la ciudad de Santaní.

Jessica Lorena Ortega

Jessica Lorena Ortega

Según datos recabados por el jefe de Investigaciones de la Zona Sur, oficial inspector José Noguera, la mujer se encontraba en su casa en compañía de un amigo, Adolfo Cañiza Godoy, de 49 años, con quien decidieron ir a realizar compras en una despensa cercana a la vivienda. Subieron a una motocicleta y se dirigieron hasta el negocio, donde realizaron la compra.

La pareja no se habría dado cuenta que, a lo lejos, el adolescente les estaba espiando; cegado por los celos, les había seguido hasta el almacén.

De acuerdo al informe del policía, el presunto homicida precoz esperó que nuevamente Jessica y el amigo salieran del negocio para volver a seguirlos. En un lugar oscuro, sobre la calle Arroyense, la motocicleta de la pareja sufrió una avería, por lo que bajaron para intentar repararla. En ese ínterin les alcanzó J.B.C., quien llevaba un cuchillo guardado entre la cintura del pantalón.

El novio encaró y requirió una explicación clara a la joven mujer, iniciándose una discusión. Ya furioso y entregado a los celos, el adolescente no entendía razones, hasta que intervino en la pelea Godoy, quien acompañaba a Jessica al almacén. En ese momento, J.B. sacó su arma y clavó por la espalda a la mujer y en el abdomen al hombre que la acompañaba. Consumado el crimen, el homicida se dio a la fuga en su motocicleta. Vecinos que pasaron por el lugar auxiliaron a la joven, pero esta ya estaba sin signos de vida. Pese a que recibió la estocada por la espalda, le afectó el corazón; su muerte era segura. Godoy fue auxiliado hasta el Hospital Regional, donde ya está fuera de peligro.

La policía está buscando afanosamente al menor, cuya familia no puede creer aún lo que había hecho.