06 may. 2024

Los desafíos de este tiempo

Por Carolina Cuenca – ccuenca@uhora.com.py

Carolina cuenca

Si en algo coincidimos creyentes y no creyentes es que hay un tiempo y un lugar para desarrollar nuestro yo en busca de la felicidad.

Este es nuestro momento. Y si de educar se trata, se puede afirmar que es un tiempo de desafíos candentes.

A nivel global la violencia a gran escala pone en tela de juicio una serie de principios educativos que sostuvieron por décadas los cambios culturales hacia la multiculturalidad y el estado de bienestar idolatrado, asociado a índices económicos, al control total y a una moral blanda.

El lenguaje se ha constituido en el arma para cambiar paradigmas.

Así, se nos enseñó –con insistencia en los formadores de opinión– a hablar con cuidado, a pensar con filtro y a actuar con pinzas para no reproducir “paradigmas rígidos”.

La naturaleza de las cosas ya no debería marcar, nos dijeron, el relacionamiento con ellas, ya que todo se deconstruye para afianzar y elevar el derecho por excelencia en este modelo: la libertad individual.

Se puso al ciudadano y al hombre productivo en la cúspide de la pirámide social utópica y se intentó armonizar el mundo en función a sus deseos, volviendo al resto descartable.

Hasta cierto punto esta mirada era atractiva porque ciertamente el deseo es el motor de nuestros movimientos; pero mientras en Paraguay todavía estamos en proceso deconstructivo de los llamados viejos paradigmas, varón, mujer, familia, naturaleza, ley moral universal, tradición, cultura... y todavía no terminan de acomodarnos a lo que el primer mundo considera deseable para nosotros, ¡zas!, de pronto, el bombardeo de la irracionalidad violenta del ISIS y otros ponen a los poderosos del mundo en un enredo cultural terrible.

Justamente, la cultura que nos ofrecen a ellos no les sirve para despertar en su gente el sentido de pertenencia que a nosotros nos sobra y que la moral natural les hubiera proporcionado.

Todo porque ellos mismos se encargaron de adormecer y asesinar con su sistema educativo for export la evidencia de que ¡no hay progreso humano, rompiendo con el sentido común!

¡Eureka!

Las mujeres paraguayas de todos los tiempos tenían razón.

¿Por qué entonces desechar sus enseñanzas con nuevas políticas y leyes biensonantes pero vacías de contenido?

¿Resistiremos el embate cultural relativista?

Paraguay tiene fama de excepcional.

Veremos.

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