Un grupo de estudiantes se reunió en el predio del colegio en la tarde de este martes para desarrollar una sentata, pidiendo que las obras que debían haber iniciado hace un año puedan ser concretadas. Son ocho aulas las que están clausuradas desde hace meses y, según denuncian, deben dar clases en condiciones inhumanas.
Fátima Galeano, estudiante, comentó en contacto con la prensa que llegaron a un acuerdo antes de llevar a cabo la sentata, y que dan tiempo de un mes al Ministerio de Educación para arrancar con los trabajos de mejoras edilicias en la sede educativa, caso contrario tomarán medidas “más extremas” contra la cartera de Estado.
“Es imposible dar clases y aprender en medio de un posible derrumbe. No llegamos a hacer la sentata porque representantes del Ministerio instalaron una mesa de diálogo poco antes y llegamos a un acuerdo. Es triste que tengamos que presionar para que nos hagan caso”, dijo la alumna.
El principal reclamo de los secundarios se basa en el mal manejo de los recursos del Fonacide dentro de la institución. Ocho aulas fueron clausuradas por su deplorable estado hace al menos un año atrás y siguen en la misma situación otorgando meras promesas a los estudiantes, dijo Fátima a Noticias Py.
“Estudiamos en condiciones inhumanas y desagradables. Desde hace un año varias aulas están clausuradas y hasta ahora no repararon alguna. Mientras, damos clase entre tres grupos en un aula”, comentó.
“Nos venían prometiendo que en febrero terminarían de reparar las aulas, pero nunca lo hicieron”, agregó. Además fue clara al reiterar que el acuerdo con el MEC establece, entre otros puntos, que en un mes deben iniciar los trabajos de reparación.
El colegio acoge a al menos 1.500 estudiantes en sus tres turnos habilitados.