Según informaron las autoridades responsables, la campaña tiene el lema “Hagamos que se cumpla la Ley 5777/16, de Protección Integral a las Mujeres Contra Toda Forma de Violencia”.
La iniciativa se da en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, que se conmemora cada 25 de noviembre. Así mismo, cuenta con el apoyo de la Itaipú Binacional.
Expresaron que con esta campaña buscarán producir conocimientos a través de la realización de un estudio cualitativo sobre actitudes, estereotipos, prácticas y representaciones acerca de la violencia hacia las mujeres. Así también, iniciarán una campaña de comunicación dirigida a la ciudadanía en general con mensajes orientados a erradicar la violencia contra las mujeres.
El evento se realizó en el Granados Park Hotel de Asunción y participaron la ministra de la Mujer, Ana María Baiardi; el director de la Itaipú Binacional, James Spalding, y la representante de la Organización de Naciones Unidas (ONU) Mujeres en nuestro país, Forence Anne Raes. Así mismo, fueron invitados referentes de la mujer y otras autoridades.
En la ocasión, la ministra de la Mujer manifestó la importancia de no ignorar la situación. “No estoy contenta con los fallecimientos de estas mujeres, pero sí celebro que estamos logrando la visibilizarían de esta problemática y está dejando de ser un problema que queda entre cuatro paredes para convertirse en lo que es, un problema público”, señaló.
Baiardi recordó que en lo que va del año se registraron 38 casos de feminicidos, mujeres muertas en manos de su pareja o ex pareja. Explicó que los 38 casos significan que una mujer fallece cada ocho días en nuestro país.
Remarcó que también se tuvieron 30 casos de tentativas de feminicidio; sumando las dos cifras, el resultado es una mujer agredida mortalmente cada cuatro días.
Por su parte, la representante de la ONU dijo que los datos que se manejan globalmente son que dos de cada tres mujeres sufren o sufrirán violencia, lo que representa talentos y capacidades que la sociedad no puede ignorar y mucho menos en países como Paraguay, donde los presupuestos y las inversiones todavía son limitados.