15 may. 2024

La redención del chacore

Sergio Cáceres Mercado – caceres.sergio@gmail.com

Son apenas más de doscientos los excombatientes de la Guerra del Chaco vivos, todos superando los cien años. Jamás ninguno de nosotros podrá comprender a cabalidad lo que tuvieron que pasar estos compatriotas en el frente de batalla, en aquella tierra tan inhóspita, con la sed y la muerte como compañeras fieles. Hacer una historia social y cultural de esa guerra es una deuda que tenemos con ellos y nuestra memoria histórica.

Afortunadamente, el mundo del audiovisual y la literatura han hecho su parte. En el caso del cine, específicamente, ya tuvimos a Réquiem por un soldado (Giménez, 2002) recordándonos cómo habría sido ese infierno chaqueño, teniendo como antecedente aquella mítica cinta Choferes del Chaco (Demare, 1961). Ahora tenemos la brillante oportunidad de ver otro largometraje, La redención, que acaba de estrenarse y que esperemos siga una semana más en cartelera.

Ambientada en la guerra y en el año 1991, tiene como protagonista a un excombatiente que sale a buscar a un viejo amigo y camarada dos años después de la dictadura stronista, a la par que con flashbacks vamos entendiendo las vicisitudes que pasó en la guerra, días previos a la batalla de Nanawa, en 1933. Ambas partes, que corren alternadas, muestran épocas pasadas del Paraguay, pero las más emotivas son las que recrean la guerra, en especial la vida en las trincheras de los soldados.

Hablada en fluido guaraní, los soldados van hermanándose ante situaciones de peligro, así como los momentos jocosos que a cada rato inventaban para sobrellevar la tensión de la contienda. A pesar de ser de distintos puntos de la Región Oriental, los va uniendo la terrible aventura que van teniendo juntos, y en especial se crea una amistad fuerte entre Villalba y un soldado comunista de apellido Díaz.

La reconstrucción de las ideas políticas que algunos de estos soldados manejaban, así como lo que era la guerra, o la vida en sí para ellos, es de lo más rico que tiene la película en cuanto a los diálogos se refiere. De este modo, la producción también apunta a una crítica sociohistórica de la guerra desde sus protagonistas, unos soldados que luego serán endiosados por una historia política y militar que nunca se preocupó por saber quiénes eran en realidad y cuáles eran sus sueños, ni a qué clase social pertenecieron.

La parte que transcurre en los inicios de la transición democrática tiene también sus buenos momentos, pero no logra la emotividad de aquel que recrea la guerra. La resolución de la trama se da en esta parte más contemporánea, pero no llega al nivel dramático esperado, a pesar de que el suspenso estuvo bien manejado a lo largo de todo el filme mientras veíamos a un atribulado Villalba buscando a su camarada Díaz o en el campo de batalla discutiendo ambos desde sus distintas posiciones políticas y sociales.

Esta película, la segunda de Hérib Godoy, es un bello homenaje a un pedazo de nuestra historia que aún reclama otros enfoques. Mientras los últimos Chacoré van dejando esta tierra, agradecemos que el cine vaya rescatándolos del olvido y los muestre no desde el frío bronce o la retórica de la hipócrita historiografía militar, sino aquella que los muestra como los seres humanos que fueron en aquel no tan lejano pasado de una no tan lejana tierra.

Más contenido de esta sección
A poco más de dos semanas del inicio de las clases en las instituciones educativas oficiales, nos encontramos frente a un desolador y conocido panorama: el abandono de las escuelas públicas. En un rápido recorrido de UH por algunos establecimientos se comprueban pisos hundidos, techos con goteras, letrinas en vez de baños, sin acceso a energía eléctrica o agua potable. Ese es precisamente el estado de la educación pública en el Paraguay, un país desigual que les niega las mínimas oportunidades a sus niños y jóvenes.
Nos encontramos en medio de una nueva epidemia, esta vez es el dengue y la peor noticia, además del costo de vidas que está teniendo es el hecho de que se trata del mismo vector: el Aedes aegypti. Muy pronto la población y las autoridades olvidaron el impacto que tuvo dicho mosquito con la anterior epidemia, aquella vez de chikungunya, que dejó no solamente un tendal de fallecidos, sino además personas que sufrieron largas secuelas de la enfermedad. Resulta inaceptable a estas alturas que un mosquito siga causando crisis en nuestra salud.
No sé el motivo por el cual Hernán Rivas es tan importante para Honor Colorado. El hombre pasea su insolencia por los tres poderes del Estado con total impunidad y, pese a las evidencias de su impostura, sigue disfrutando de una inalterable protección política
A pesar de que ya se había advertido, desde el año pasado, que el verano podría llegar con una epidemia conjunta de dengue y covid-19, poco se ha hecho para evitar las terribles consecuencias de una nueva crisis en el sistema de salud. Las predicciones se están cumpliendo, atendiendo a los datos de Salud Pública; por semana se están contando los casos de Covid-19 y dengue con un aumento del 30%. Mientras, los servicios ya están comenzando a colapsar, mostrando preocupantes imágenes de pacientes en las urgencias aguardando ser atendidos.
El pasado miércoles Nenecho Rodríguez tomó la decisión más aplaudida desde que es intendente de Asunción: Suspendió sine die la vigencia del estacionamiento tarifado de la empresa Parxin.
Hasta hace unos días, creía que el término “nepo baby” era un neologismo creado localmente a raíz del actual escándalo de nuestro Parlamento. Wikipedia me informa que ya fue tendencia en TikTok en 2022, pues fue la palabra con la que los usuarios señalaban a los que se volvían famosos simplemente por ser hijos de artistas famosos.