Tres siglos de música sinfónica se denomina el concierto que la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción (OSCA) ofrece hoy, a las 20.30, en el Teatro Municipal (Presidente Franco y Alberdi), bajo la dirección del maestro Luis Szarán.
Las entradas valen G. 10.000 (paraíso) y G. 25.000 (platea y tertulia) y pueden adquirirse en la Sociedad Filarmónica de Asunción (Cerro Corá 848 casi Tacuary; teléfono: (021) 492-416).
Este concierto de la OSCA cuenta con el invitado especial David Lee en el piano y abarca obras del periodo clásico, romántico y del impresionismo francés.
“Se ofrecen tres estilos en un solo programa. En este concierto de abono de la OSCA unimos a compositores de tres épocas fundamentales dentro de la historia de la música, como Haydn, el padre del clasicismo; Chopin, que representa al romanticismo en su alta expresión, y Ravel, que encarna el impresionismo francés, la nueva corriente musical europea que abre las puertas a la música contemporánea”, explicó Szarán.
Primera audición. En el programa se destaca la primera audición en Paraguay de Daphnis y Chloe (suite 2), de Maurice Ravel, con la participación de músicos invitados que se suman a la OSCA y el Coro de la Escuela de Música Herminio Giménez, de la ciudad de Itá. Complementan el programa una de las joyas del clasicismo, como es la Sinfonía 88 de Joseph Haydn, y el romántico Concierto para piano y orquesta 1 de Federico Chopin.
“La obra de Ravel sonará por primera vez en Paraguay. Es considerada como una de las más importantes de la primera década del siglo XX junto a La consagración de la primavera, de Stravinsky. Esperé años para tomar este desafío, ya que implica extremas dificultades para una orquesta ampliada”, comentó Szarán.
Detalló que esta pieza requiere de ocho percusionistas –son dos los que tocan habitualmente–, más instrumentos de madera, flautas, clarinetes y cuerdas, “por el volumen sonoro de la obra”.
En total, habrá 95 músicos en la orquesta, de los cuales 15 son invitados de otras agrupaciones.
“Esta obra es interesante, porque Ravel por primera vez introduce un coro como un efecto de timbre de la orquesta, no como un coro en sí, sino como si fuese un instrumento musical más. Habrá 70 coreutas para esto”, detalló.
Szarán dijo que le gustaría contar con más músicos, pero lo considera difícil debido a la capacidad limitada del teatro. “Recomendamos a la gente que no la pierda, porque es una obra que raras veces se podrá apreciar”, dijo el maestro al invitar al público a disfrutar del espectáculo.