El Senado se convirtió nuevamente, ayer, en un hervidero que se dividió entre izquierda y derecha como parte del debate en torno a los 8 militares asesinados en Arroyito, el sábado pasado.
La sesión extraordinaria, que duró más de cinco horas, estuvo marcada por el cruce de acusaciones e insultos entre oficialistas y opositores.
El senador liberal Luis Alberto Wagner retiró su proyecto para que la votación se agilice El mismo instaba a la destitución inmediata de los ministros de Defensa, Diógenes Martínez; del Interior, Francisco De Vargas; del comandante de las Fuerzas Militares, Luis Gonzaga Garcete, y del comandante de la Policía Nacional, comisario general Críspulo Sotelo, por la falta de resultados en la zona Norte.
Al final, luego de la álgida discusión, se decidió aprobar una declaración que insta al presidente de la República, Horacio Cartes, a sustituir a los responsables de la situación de inseguridad interna en la que se encuentra el país.
Además, que proceda a la reformulación de la política de seguridad, ante la falta de resultados de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), en los departamentos de Concepción, San Pedro y Amambay.
El oviedista José Manuel Bóbeda sugirió que los parlamentarios donen sus salarios a favor de la FTC, lo que fue considerado una tontería e idiotez por el liberal Miguel Abdón Saguier. Bóbeda le ofreció la otra mejilla.
Carlos Amarilla consideró un capricho, falta de visión e irracionalidad el hecho de que Cartes no cambie al ministro del Interior, Francisco De Vargas. “Es absolutamente impresentable. No merece estar en el cargo”, dijo. Sixto Pereira, del Frente Guasu, refirió que, como gesto político, Cartes tenía que relevar a todos los responsables políticos de la seguridad.
Mario Abdo Benítez y Juan Carlos Galaverna, de la disidencia colorada, tuvieron un tono más conciliador.
“Que cuente con nosotros”, dijo Marito como mensaje al presidente. “Le deseo al presidente la mejor suerte y el mayor de los éxitos”, dijo Calé.
Desirée Masi le sugirió al mandatario que deje de escuchar el canto de sirena de las internas policiales y militares.