20 may. 2025

La deuda mayor: Más presupuesto a educación

Darío Lugo – @apolo1970

Una de las propuestas del presidente de la República electo, relativas a educación, es brindar más presupuesto con el fin de llegar a la inversión del 7% del PIB en el ámbito educativo, además de una educación superior de calidad.

En los últimos gobiernos se escucharon expresiones de deseo en este sentido y, cuando falta un año para que se cumplan las tres décadas democráticas, aún se contemplan deficiencias sistémicas del fenómeno educativo, que se resume anualmente en los inconvenientes para alcanzar metas.

Según Unesco, aún no se alcanzó siquiera el 4% del PIB de inversión en este ítem, además de otros factores que traban la productividad y prosperidad, como la corrupción, el suministro inadecuado de infraestructura; la inadecuada formación del personal y la ineficiente burocracia.

Una veta dentro del proceso educativo es el ámbito de la ciencia y la tecnología, que en el país aún carece de la preponderancia para apostar por la generación de políticas públicas que lleven a las investigaciones y el aporte de los científicos hacia el escaparate necesario, y así expandir conocimiento y generar conciencia sobre el análisis a profundidad de algunos fenómenos cotidianos.

Según la Primera Encuesta Nacional de Percepción Pública de la Ciencia y la Tecnología, EPPCyT, Paraguay 2016, la mayoría de los paraguayos no entiende ni le interesan la ciencia ni la tecnología (67%).

La encuesta, enmarcada en el Programa Paraguayo para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología (ProCiencia) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), expone que el 42,3% de los paraguayos están poco o nada interesados en ciencia y tecnología; las razones son: no comprender la ciencia (48%), no son del interés del ciudadano (19%), no hay tiempo para la ciencia (12%) y no necesitar de la ciencia (7%).

Recientemente, el Consejo de Administración del Fondo para la Excelencia de la Educación y la Investigación (FEEI) anunció el inicio de un proceso de diálogo que busca sentar las bases para el diseño de un Plan Nacional de Transformación Educativa 2030, alineado al Plan Nacional de Desarrollo Paraguay 2030.

Así como está expresado, sería un hito nuevo de grandes magnitudes, similares a la reforma educativa sostenida en los inicios de los años 90, que pretendió dar más énfasis en el constructivismo y la preparación de ciudadanos frente a los desafíos del mundo laboral de aquel entonces.

Hay muchas dudas de que la citada reforma tuviera efectos beneficiosos en la capacidad de los jóvenes para asimilar las transformaciones vertiginosas del mundo del trabajo; los datos de los resultados académicos así lo caracterizan.

En varios aspectos habrá que darle un golpe de timón a la orientación del sistema educativo, que todavía no consigue incentivar a los jóvenes a un mayor esfuerzo para insertarse en un aprendizaje para la vida y que puedan abandonar el mero proceso memorístico y repetitivo. Queda como desafío para las próximas autoridades concretar esa voluntad política traducida en mayor presupuesto para educación, ciencia y tecnología, con el fin de superar las precariedades a las que atávicamente se enfrenta el sistema actual.