06 may. 2024

La Contraloría, el lado más oscuro de los partidos

Ayer se cerró el círculo sobre la Contraloría General de la República con la aceptación de la renuncia de la subcontralora Nancy Torreblanca, cuya destitución vía juicio político era inexorable. Lo mismo había sucedido con el contralor Óscar Velázquez. Ambos intentaron mantenerse en el cargo, pero la desvergonzada corrupción revelada por una investigación periodística de este diario los dejó sin apoyo político.

Estela Ruiz Diaz

Con la bendición del cartismo, asumió como interino el director jurídico Roy Rodgers, luego de una polémica disputa jurídica, hasta tanto el Congreso elija a las nuevas autoridades.

DESCONTROL. La Contraloría es el organismo fiscalizador por excelencia. Controla, vigila y fiscaliza los bienes públicos y el patrimonio del Estado, los de las entidades regionales o departamentales, los de las municipalidades, los del Banco Central y los de los demás bancos del Estado o mixtos, los de las entidades autónomas, autárquicas o descentralizadas, así como los de las empresas del Estado o mixtas. Es el gran ojo y el gran juez de los funcionarios que administran el dinero del pueblo.

Contrariamente a sus fines, la institución estuvo marcada por la corrupción de sus directivos de turno que se enriquecieron a costa de coerción y chantaje.

Varios pasaron por la institución, pero ninguno dejó como herencia la ética y el coraje para combatir la corrupción estatal.

Uno de los casos más escandalosos fue el del liberal Daniel Fretes Ventre, quien fue condenado a 12 años de cárcel por lavado de dinero a través de su universidad.

Óscar Velázquez también marca un hito en su negra historia.

El escándalo de la secretaria vip que ganaba siderales sumas por horas extras sin trabajar descorrió el velo y puso en el tapete numerosas irregularidades y corrupción en la institución.

Las publicaciones periodísticas fueron de tal contundencia que el Congreso no tuvo alternativa que iniciar el juicio político. Renunció horas antes de su destitución sin aceptar sus culpas y tirando el fardo a la subcontralora.

Con su salida indecorosa no hizo otra cosa sino agregar otra mancha más al desprestigiado Unace, partido que lo apadrinó de la mano del senador Jorge Oviedo Matto.

La subcontralora Torreblanca, del PLRA, no quedó atrás. Tenía los mismos pecados del contralor, y si bien no tenía una voluptuosa secretaria vip, sí a su esposo, cuya empresa de auditoría se encargaba de preparar informes de gastos de municipios y gobernaciones, cuyos presupuestos ella debía fiscalizar.

Lo que se dice un negocio redondo.

Tanto era el nivel de impunidad que reinaba allí que ni siquiera se tomaron la molestia de alquilar una oficina para disimular. La firma funciona en la misma casa de la pareja.

Tanto Velázquez como Torreblanca salieron por la puerta trasera y sus respectivas renuncias no lavan en lo más mínimo las manchas que dejan en la institución, a la que rebajaron a los sótanos de la inmoralidad y vaciamiento ético.

Es de esperar que el proceso no acabe con la simple renuncia al cargo de los mismos y que la Justicia llegue hasta el final con las sentencias correspondientes y la devolución del dinero público despilfarrado en esta pornografía política.

golpe a los partidos. El escándalo de la Contraloría va mucho más allá de Velázquez y Torreblanca. Aparte de triturar la imagen institucional, sus cuestionadas gestiones empeoraron el desprestigio de los partidos políticos.

Velázquez no hizo otra cosa sino ahondar la crisis del Unace, partido oviedista que nunca se caracterizó por los valores democráticos ni la ética en la función pública. Él apenas fue un peón gris de esta nefasta historia.

A su vez, Torreblanca contribuyó a empeorar la cada vez más desdibujada imagen del PLRA, que reclama el cargo que históricamente se ha dado al partido de oposición.

La actuación de la subcontralora dejó en entredicho a los liberales, ya que no ejerció mínimamente su rol de fiscalización. La izquierda aprovecha para meter su cuña reclamando el cargo.

Esta decadencia partidaria puede dar lugar a otra discusión donde lo técnico se imponga sobre lo político. En términos de opinión pública probablemente tendrá mejor posicionamiento un candidato que no responda a ningún sector político. Y esta será la gran derrota moral de los partidos.

Ahora se instala la negociación para elegir al nuevo contralor y subcontralor. El Senado debe conformar las ternas mientras que la designación queda a cargo de los diputados, según establece la Constitución. En ambas instancias, las decisiones requieren mayoría absoluta, lo cual exige un gran acuerdo político.

¿Se animarán a nombrar a un verdadero fiscalizador o, como siempre, a otro títere corruptible?

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.