Reuters.-
Las zonas occidentales de la ciudad están bajo asedio de militantes del Estado Islámico desde el pasado marzo, lo que ha dejado a sus habitantes sin electricidad por más de 10 meses y con un suministro de agua de apenas tres horas por semana, dijo la ONU en un informe.
Deir al-Zor es la ciudad más poblada de alrededor de 15 áreas sitiadas en Siria, donde cerca de 450.000 personas están atrapadas y sin posibilidad de recibir ayuda, en un control ejercido por el Gobierno, el Estado Islámico u otros grupos insurgentes involucrados en la guerra civil.
En otro caso de asedio, unas 42.000 personas atrapadas en la ciudad de Madaya recibieron este mes la ayuda de dos caravanas con suministros, aunque trabajadores de asistencia locales han reportado la muerte de 32 personas por inanición en ese sector.
Desde septiembre que no han arribado vuelos al aeropuerto de Deir Al-Zor a excepción de un helicóptero y la desnutrición se ha extendido entre la población, de acuerdo a Naciones Unidas.
“El personal de salud ha reportado severos casos de desnutrición, particularmente entre niños, y hay reportes no verificados de entre 15 y 20 personas fallecidas por inanición en el 2015, cuatro de las cuales eran niños”, indicó el organismo.
“Todas las escuelas están operando en la ciudad, pero el absentismo entre niños es común, ya que los menores sufren por frecuentes desmayos debido a que están desnutridos”, añadió.
Insurgentes del Estado Islámico “interrogan y acosan a las personas que dejan la ciudad y confiscan sus documentos”, mientras que el Gobierno de Damasco exige “que quienes dejan el área por aire o por tierra cuenten con alguna autorización”, dijo el reporte.