Caprio se desempeñó como juez del Tribunal Municipal de Providence, Estados Unidos, desde 1985. Su corte alcanzó reconocimiento mundial gracias al programa Caught in Providence (Atrapados en Providence), nominado a un premio Emmy diurno en 2021, en el que resolvía infracciones menores con “empatía y humor”, según su comunidad de seguidores.
El juez se convirtió en una figura viral y querida en redes sociales, en plataformas como Instagram y YouTube acumuló unos 3,5 millones de subscriptores y sus audiencias retransmitidas alcanzaron hasta 450.000 visualizaciones.
Su popularidad también fue objeto de controversia. El periódico local The Providence Journal informó que la Comisión de Ética de Rhode Island examinó si Caprio obtenía beneficios personales del programa Caught in Providence, producido por su familia, mientras ejercía como juez municipal.
Sin embargo, el organismo concluyó que no había violado las normas, al contar con autorización oficial para permitir la grabación de las audiencias en su tribunal.
El juez Caprio no solo fue un servidor público, sino que “conectó de manera significativa, la gente no podía evitar responder a su calidez y compasión. Era más que un jurista: era un símbolo de empatía en el tribunal, mostrándonos lo que es posible cuando la Justicia se compagina con la humanidad”, destacó el gobernador de Rhode Island, Dan McKee, en un comunicado difundido tras la muerte del juez.
Uno de sus momentos más emotivos fue cuando un hombre de 96 años tuvo una audiencia por una infracción por alta velocidad en una zona escolar. El alegato del acusado fue que no suele conducir a alta velocidad, pero en esa ocasión estaba llevando a su hijo, de 63 años, que es discapacitado, al doctor.
McKee ordenó que las banderas de todas las agencias y edificios estatales ondeen a media asta en memoria del magistrado.
Según su biografía, Caprio provenía de orígenes humildes: fue el segundo de tres hijos que crecieron en el vecindario Federal Hill de Providence.
Fuente: EFE.