EFE
En un informe publicado éste domingo, el Gobierno señaló que la violencia ha causado el desplazamiento de más de 3,3 millones de personas desde junio de 2014 y que el país sufre falta de liquidez financiera, coincidiendo con la caída de los precios del petróleo en el mercado mundial en el último año y medio.
El Ejecutivo iraquí detalló que puede financiar menos del 43 por ciento de las necesidades humanitarias de 2016.
Asimismo el año pasado solo puso hacer frente al 60 por ciento de los 850 millones de dólares necesarios para asistir a los desplazados y financiar su regreso a las regiones que las fuerzas iraquíes recuperaron del control del Estado Islámico.
Bagdad pidió este domingo a la comunidad internacional su “participación efectiva” para suplir este déficit en las cuentas estatales y salvar de esta forma la vida de muchos desplazados, que dependen de la ayuda humanitaria.
La mayoría de los desplazados internos residen en campamentos y edificios abandonados, como escuelas y mezquitas, en la región autónoma del Kurdistán (norte de Irak), en la capital Bagdad y otras provincias, y sus necesidades básicas muchas veces no se ven cubiertas.
La demanda de ayuda humanitaria ha aumentado debido a la amenaza constante del EI y la caída de los precios del petróleo, que ha tenido “un efecto negativo” sobre la economía, y la llegada de refugiados sirios principalmente a zonas en el norte del país, según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Unicef estima que diez millones de iraquíes se verían afectados por el conflicto armado y la acción del EI a finales del 2015, y necesitarían asistencia humanitaria.
El EIstado Islámico conquistó amplias zonas de Irak en verano de 2014 y proclamó un califato en junio de ese año en los territorios que controla en el país y en la vecina Siria.