11 may. 2025

Genialidad de Poirot se explica por qué es obsesivo-compulsivo

Sergio Cáceres Mercado

Foto: UH Edicion Impresa

Foto: UH Edicion Impresa

sergio209@lycos.com

Qué mejor ejemplo que esta tercera versión del clásico de Agatha Christie para apreciar cómo las adaptaciones al cine de grandes relatos literarios varían según las condiciones materiales y epocales. El cine como superproducción exige ciertas escenas hoy que Kenneth Branagh concede y lo diferencia de que lo que Sidney Lumet realizó en 1974. Ya que espacio no tenemos, veamos cómo es esto en el personaje central: Hercule Poirot.

Poirot cumple con el prototipo de los detectives: Su inteligencia es superior a la media. Como funciona su mente solo es explicado a medias por Christie, y en las adaptaciones también. El Poirot que tenemos en cartelera ahora es un obsesivo-compulsivo; sin embargo, este trastorno es la fuente de su talento. A diferencia del personaje de 1974 o el de 2001, este tiene una conciencia moral que le dificulta concluir la resolución del asesinato. Además, se agregan otras particularidades que no están en la novela, pero que posiblemente están en otras aventuras de Poirot, como su afición a Dickens. Definitivamente la performance de Alfred Molina (2001) queda muy por debajo de Albert Finney (1974) y Kenneth Branagh (2017).

De los doce pasajeros del tren –y potenciales asesinos– se han cambiado nombres y nacionalidades de algunos, lo que también se hizo en 1974. Solo en el 2001 se tomó la decisión de suprimir personajes. Otros cambios también se dan en los detalles de la investigación y en el desarrollo de la trama, pero la esencia se mantiene y la doble propuesta resolutiva de Poirot se mantiene siempre.

Esta nueva versión aprovecha todo lo que la digitalidad le ofrece, especialmente las tomas exteriores, lo que le permite vistas más espectaculares. Además del suspenso característico del género, se agregan algunas escenas de acción y violencia que eran impensables antes. El expreso de Oriente vuelve a reunir a una pléyade de actores para revivir a un clásico del cine. Por estas razones y para ver al mejor detective del mundo –según él– hay que ir al cine a verla.

Calificación: *** ½