El padre de Richard, Ramón Pereira dio a conocer este jueves que finalmente hoy tienen fijada una audiencia preliminar para que la Justicia defina si el caso pasa a juicio oral o no.
Por este hecho están imputados y detenidos en la Agrupación Especializada dos agentes de policía: El comisario Jorge Ignacio Zárate, exjefe de la Comisaría 4ª Metropolitana y el suboficial Jhonnie Osvaldo Orihuela.
A criterio del padre, todo lo sucedido a nivel país el viernes último (muerte del dirigente liberal Rodrigo Quintana dentro del PLRA), muestra la condición en la que opera la Policía Nacional, recordando lo que pasó con su hijo en agosto de 2016, donde dentro de un operativo policial también irregular Richard, quedó parapléjico.
“Nos tocó una fiscal que tiene más huevos que el excomandante de Policía, Críspulo Sotelo, que por suerte fue destituido. La agente que lleva el caso es Pamela Pérez. Estoy conforme con la investigación que se está desarrollando. La audiencia será en el Palacio de Justicia, en el tercer piso con el juez Paublino Escobar”, dijo en la 970 AM.
El padre de Richard lamentó lo ocurrido con Quintana, el joven de 25 años que murió de un disparo de escopeta cuando uniformados ingresaron al predio privado del Partido Liberal Radical Auténtico en la madrugada del sábado sin contar con alguna orden judicial para ello.
Comentó que su hijo no recibe ayuda de ninguna autoridad del Estado para realizar un tratamiento, por ejemplo, por falta de recursos debió abandonar la fisioterapia. Puede comprar sus medicamentos solo porque puede desempeñarse como técnico en celulares debido a que no perdió la movilidad en los brazos.
“Gracias a Dios maneja los brazos y está trabajando, es técnico en celulares. Trabaja en la casa. Gracias a eso puede comprarse sus medicamentos. El tratamiento que el debería seguir tiene un costo de entre G. 8 a 9 millones por mes. La Policía el año pasado pagó una cuenta que quedó en Cerenif (Centro de Rehabilitación del Impedido Físico) y así es como se trataron de escapar del tema”, confesó.
“Hicieron con mi hijo lo mismo que hacen con este policía (Gustavo Florentín – caso Quintana), se lavan las manos. Dicen lo mismo que habían dicho cuando los policías actuaron irregularmente en el caso de Richard. Solo le dejan a un policía como culpable, sin embargo, es responsabilidad de varios agentes”, criticó finalmente.
El CASO. El hecho se produjo el sábado 13 de agosto pasado. Eran las 4.45 cuando Richard abordó su rodado para prestárselo a su padre. En un momento, al llegar a 21ª Proyectadas y Brasil, se percató de que una patrullera lo seguía con las luces apagadas.
Dos policías lo detuvieron y trataron de plantarle evidencia. El mismo que le disparó en la nuca, tomó la mano de Richard y efectuó otro disparo de manera a testificar que fue el joven mismo el que se disparó.
Fueron testigos y cámaras de un circuito cerrado los que delataron a los efectivos policiales que hoy se encuentran en la cárcel. Se trata del comisario Jorge Ignacio Zárate, exjefe de la Comisaría 4ª Metropolitana y el suboficial Jhonie Osvaldo Orihuela, quienes guardan reclusión en la Agrupación Especializada tras ser imputados por la Fiscalía.