El investigador Paul J. Zak, de la Universidad de Claremont en California, concluyó que algunas especies de animales son capaces de liberar oxitocina, la llamada hormona del amor, cuando interactúan con otros.
Anteriormente, el especialista había determinado que el cerebro produce oxitocina química cuando alguien trata a una persona con amabilidad, cuando una madre interactúa con su bebé, cuando una pareja mantiene relaciones sexuales o cuando alguien siente confianza en alguien, publica el portal 24 Horas de Chile.
Durante la investigación sobre los animales, Zak midió los niveles de oxitocina de diferentes especies de un refugio en Arkansas. En este lugar, estudió a un perro terrier mixto y a una cabra que jugaban juntos de modo regular.
El especialista señaló que después de 15 minutos de interacción, el can aumentó en un 48% sus niveles de oxitocina, lo que indica que el perro se sentía muy unido a la cabra y la veía como una amiga. Mientras que la cabra tuvo un aumento de 210% en la oxitocina, lo que significaría que esta estaba enamorada del perro.
Paul J. Zak también señaló que los resultados sugirieron que las mascotas pueden sentir amor por sus dueños. Para esto, realizó otra prueba, donde analizó a 100 participantes que interactuaron con un perro o un gato y luego con otros seres humanos.
Los resultados concluyeron que solo el 30% de los seres humanos tenían un aumento de oxitocina después de jugar con un animal. Pero quienes habían tenido perros en el pasado eran más propensos a subir los niveles de oxitocina que los dueños de gatos o los que nunca habían tenido mascotas.