La marcha comenzó a las 16.45, los manifestantes salieron desde la Jefatura de Policía de Amambay y recorrieron la zona céntrica de la ciudad.
A las 18.00 realizaron una misa en la vicaría San Francisco del barrio María Victoria.
La movilización fue organizada por el suboficial retirado Genaro Valdez y la funcionaria policial Cristina Vázquez, quienes prohibieron llevar petardos, solo se permitió llevar remeras y banderas blancas.
Así fue el secuestro de Edelio
Edelio Morínigo llegó en compañía de otras personas a una estancia del departamento de Concepción. Estaba acompañado de Ramón Froilán Mendoza, Leonor Acosta Colmán, Arnaldo Díaz Espínola, Pascual Ledesma, Raimundo Trinidad Sosa, Ignacio Acosta y su cuñado Santiago Ledesma.
Iba vestido con una remera negra y un pantalón color caqui. Una vez que entraron al monte -como unos cuatro kilómetros- salieron al paso siete integrantes del EPP.
Al percatarse de ello, el suboficial de Policía se tiró al suelo y se despojó de su arma reglamentaria, su credencial de uniformado y su billetera.
Uno de los secuestradores, quien presumiblemente sería Osvaldo Villalba, les habría dado la orden de permanecer boca abajo, los separó e interrogó de a uno, les preguntó qué hacían en el lugar y si se dedicaban al abigeato. El interrogatorio duró desde las 14.00 hasta las 16.00.
Los integrantes del EPP se identificaron como “guerrilleros” y dijeron que en el grupo había un policía. Se fijaron en el estuche del arma de Edelio y le ordenaron que encuentre su pistola.
Acorralado, Edelio tuvo que confesar que era un policía, en ese momento le comunicaron que se quedaba con ellos en calidad de “prisionero”. Los acompañantes pidieron ir con el EPP y la respuesta fue negativa.
Edelio pidió que traigan su billetera, donde tenía G. 200.000 y le dijo a sus compañeros que entreguen ese dinero a su esposa, Elisa Mabel Ledesma.