En los últimos 3 meses, el presidente de la República, Horacio Cartes, dedicó gran parte de su tiempo en recorrer casi todo el país con el fin de realizar actos oficiales y aprovechar la ocasión para utilizar los recursos estatales de manera a posicionar al oficialismo colorado.
Desde el Departamento Central, pasando por Paraguarí, Canindeyú, hasta el Alto Paraná o Itapúa, el presidente ha estado partidizando a beneficio de la ANR los actos de gobierno para posicionar a los candidatos de su movimiento y criticar a sus adversarios partidarios, convirtiendo el Ejecutivo casi en una seccional.
A casi todos los actos oficiales lo acompañaba el candidato oficialista Santiago Peña, y la ocasión es aprovechada para pedir votos y dejar en claro que las obras realizadas por el actual Gobierno deben ser continuadas por el ex ministro de Hacienda.
De hecho, en cada acto oficial, las banderas coloradas, globos, o remeras con la inscripción de “Santi Peña Presidente”, son una constante y muestran indisimuladamente la intención del Ejecutivo.
Con niños e indígenas. En junio pasado, un peculiar recibimiento tuvo la dupla conformada por Santiago Peña y Luis Gneiting en un acto político partidario desarrollado en la ciudad de Corpus Christi, Canindeyú: la polca Gral. Stroessner. En el mismo departamento y horas antes, en Katuete, el presidente Horacio Cartes participó de un acto donde los organizadores utilizaron a niños con pañuelos rojos al cuello, hecho que fue muy criticado.
En octubre pasado se entregaron 40 viviendas a la comunidad indígena Toba Qom, donde hubo un abierto proselitismo. Una niña posaba con un cartel en el que se leía la inscripción “Soy de la lista 2", que es la identificación electoral del cartismo.
La semana pasada, el presidente y su candidato fueron al Bañado y aprovecharon la ayuda estatal para pedir votos para el oficialismo.
Cartes intensifica los cierres de campaña en las cabeceras departamentales.
Desafío. Ante las críticas por lo que a todas luces es una grosera utilización del espacio y los recursos públicos del Estado para posicionar a su potencial sucesor en la presidencia de la República, Horacio Cartes desafió a todo el sistema democrático, advirtiendo que seguirá politizando todos los actos oficiales.
Bajó decibeles contra la disidencia
El presidente de la República, Horacio Cartes, decidió en los últimos días bajar el tono de sus discursos proselitistas durante sus intervenciones en los mítines políticos a los que acompaña a Santiago Peña. El jefe de Estado solo se limita a enumerar los logros de su gestión en materia de programas sociales como Tekoporã y tercera edad. En varios actos realizados la semana pasada como cierre de campaña en diversas cabeceras departamentales, el mandatario dijo que no va a referirse “al otro grupo”, en referencia a la disidencia colorada. La intención del mandatario es suavizar el discurso en este último tramo de campaña, previo a las elecciones internas de la ANR que se realizarán el próximo 17 de diciembre en todo el país.
