Por Andrés Colmán Gutiérrez | Compañía Zanja Hũ, Atyrá
La representación inició a las 9.30, en la escuela Brígido Rodríguez, donde un escuadrón de legionarios romanos ingresó trayendo preso a Jesús, en medio de la multitud, hasta un recinto especialmente ambientado, donde esperaba Poncio Pilatos.
El extremado cuidado en los detalles de recreación de vestimentas y caracterización de personajes, con una elaborada técnica teatral, sorprendió a los asistentes. Más de 120 personas, entre actores y asistentes, trabajaron en la puesta en escena, que incluyó el uso de caballos para dar más espectacularidad y realismo.
Tras las escenas del proceso y la condena de Jesús, con mucho tratamiento dramático, se inició el viacrucis, que en este caso recorre un agreste camino de tierra, en medio de un verde paisaje rural, hasta lo alto del Kurusu Cerro, donde se realizó la escena de la crucifixión.
El largo peregrinar fue acompañado por una impresionante multitud, que acompañó cada detalle de la pasión recreada. En el momento culminante de la muerte de Jesús en la cruz se pudo ver que varias personas lloraban ante la emoción que les despertaba el realismo de las escenas representadas.
“El viacrucis de Kurusu Cerro es un proyecto que iniciaron los chicos de la comunidad, durante la Pascua Joven, hace 9 años y que se realiza desde entonces. Hasta ahora no ha sido muy divulgado, pero cada año viene mucha gente, desde distintos puntos del país”, destaca el docente Alcides Candia, uno de los coordinadores de la actividad.
La representación dura cerca de dos horas y concluye alrededor del mediodía, con una gran feria de comidas y exposición de artesanías. A lo largo del camino al Kurusu Cerro se destaca el cuidado del medio ambiente y las instalaciones construidas por los vecinos, con bancos para sentarse, rodeados de jardines, basureros de materiales reciclados y mensajes para respetar y cuidar la naturaleza.
Con un mejor trabajo de divulgación, el viacrucis de Kurusu Cerro puede convertirse en una de las grandes atracciones de Semana Santa, como Tañarandy y el Chipa Rape.