08 may. 2025

El Quijote que cabalga por la avenida del Palacio de López

El sacerdote jesuita y antropólogo español Bartomeu Melià tradujo al guaraní las aventuras del célebre Don Quijote, de Miguel de Cervantes. El texto, titulado “Kihote Guaraní", se lanzará el próximo mes en el país.

Don Quijote de la Mancha se convirtió en el Kihote Guarani, vistiendo camisa tradicional de Paraguay para adaptar a la lengua nativa de este país sudamericano las hazañas del “ingenioso hidalgo”, en una versión que será lanzada en octubre en Asunción.

En esta primera adaptación al idioma guaraní –oficial con el castellano en Paraguay– Kihote cabalga sobre Rosinante por la avenida del Palacio de López (sede de Gobierno), el edificio legislativo y la Catedral de Asunción, cuando no recorre en compañía de su fiel escudero Sácho las ruinas de las reducciones jesuíticas cuyos vestigios siguen en el Sur del país.

ENCARGO. Kihote Guarani es una obra encargada por el Instituto Cervantes al sacerdote jesuita español Bartomeu Melià, lingüista y antropólogo, autor de una veintena de libros, en general investigaciones basadas en la evolución de la cultura guaraní.

Melià, un mallorquín de 84 años que tiene casi siete décadas viviendo entre Argentina, Brasil y Paraguay, llevó a cabo esta edición en coordinación con cuatro traductores locales, profusamente ilustrado para concitar el interés de niños y jóvenes del área rural.

“En Paraguay ni los creyentes entienden si en la misa no les graficamos los mensajes bíblicos en guaraní", subraya Meliá a la AFP sobre la lengua indígena que habla más del 75% de los siete millones de habitantes.

“Vámonos a Paraguay, dijo Kihote al amanecer de aquel día...”, comienza la narración en esta versión enciclopédica de poco menos de 200 páginas apoyadas por dibujos que recrean las desventuras del secular personaje de Miguel de Cervantes.

Los textos se toman libertades que llevan al hidalgo de Cervantes citando a autores locales. Es así como sobre Paraguay dice que “es una ínsula (nación) no rodeada de agua sino de tierra, al otro lado del océano”, en una referencia al escritor paraguayo Augusto Roa Bastos (Yo, el Supremo) para describir esta nación mediterránea.

ADAPTADO AL FOLCLORE. Kihote se adapta hasta al folclore tradicional de Paraguay.

En el capítulo de “Las bodas de Camacho”, el ambiente de fiesta toledano se traduce a la costumbre paraguaya del asado, con conjuntos musicales de arpas y guitarras y hasta un avivado perro de la calle que se roba una ristra de chorizos.

La bella y amada Dulcinea se pronuncia Endarusinea en el minucioso trabajo que les llevó 10 años al jesuita Bartomeu Melià y sus traductores. AFP