EFE
Kiril llegó en la noche del domingo a Asunción, procedente de Cuba, donde mantuvo un encuentro con el papa Francisco calificado de “histórico” dado que se trató de la primera entrevista entre los líderes de ambas Iglesias desde el cisma de 1054.
Siguiendo ese espíritu, el patriarca fue recibido en el aeropuerto de Asunción por líderes de la Iglesia católica en el país, como el arzobispo de la capital, Edmundo Valenzuela, y el nuncio apostólico, Eliseo Ariotti, además del obispo de la Iglesia ortodoxa argentina, Gorbachev Leonid.
Estos jerarcas también estuvieron presentes en la ceremonia religiosa que el patriarca Kiril ofreció este lunes en la iglesia ortodoxa de Asunción, una de las pocas que hay en Paraguay, donde el 90 % de los habitantes se declara católico y solo unas 400 personas se confiesan ortodoxos.
La ceremonia, que siguió el protocolo del rito cristiano ortodoxo, se desarrolló en lengua rusa, aunque algunas frases y fragmentos de cánticos se tradujeron al español.
La liturgia se transmitió a través de una pantalla gigante instalada en la calle y, gracias a ella, cerca de 200 feligreses pudieron seguir el acto religioso.
Tras la misa, el patriarca almorzó con el mandatario paraguayo, Horacio Cartes, en la residencia presidencial de Mburuvicha Róga.
Posteriormente, Kiril homenajeó a los inmigrantes rusos en Paraguay con una oración en el Cementerio de la Recoleta de Asunción, donde se encuentran enterrados muchos de ellos en el sector ortodoxo del camposanto.
“Entre nuestros países hay una gran distancia, pero en algún momento esta distancia ha sido superada por algunas personas que tenían que irse de su patria y aquí encontraron su segunda patria”, declaró Kiril a su llegada al país, según un comunicado de la Cancillería.
“Al visitar Paraguay yo recuerdo a aquellas personas y voy a rezar en la tumba de ellos, pero también estoy pensando sobre la actualidad y sobre el futuro. Rusia y Paraguay son países con una fuerte tradición cristiana, entonces tenemos mucho en común en el nivel de la conciencia y el corazón”, expresó el patriarca ruso.
Muchos de los rusos que llegaron al país suramericano eran militares zaristas exiliados tras el triunfo de la revolución bolchevique, entre quienes se encontraba el general Juan Belaieff, que en 1923 se convirtió en el primer ruso en emigrar a Paraguay.
Cerca de 70 de estos militares se enrolaron en el Ejército paraguayo y combatieron contra las tropas bolivianas en la Guerra del Chaco (1932-1935), según la Asociación de Rusos y sus Descendientes en Paraguay.
La presidenta de esta asociación, Olga Vysokolan, explicó que los rusos que sobrevivieron a la contienda contribuyeron al desarrollo cultural del país, en ámbitos como el teatro y la danza clásica y como matemáticos e ingenieros en la universidad.
El patriarca Kiril concluirá este martes su visita a Paraguay con una declaración conjunta que ofrecerá junto a Cartes en el Palacio de López, sede del Gobierno paraguayo, y donde Kiril será recibido con honores militares.
El líder de la Iglesia ortodoxa rusa partirá de Asunción hacia el mediodía y se dirigirá a Brasil, donde se reunirá con la presidenta Dilma Rouseff y con el arzobispo de Río de Janeiro, Oraní Tempesta.
También en Río de Janeiro, Kiril ascenderá al Cerro Corcovado, donde se encuentra la famosa estatua del Cristo Redentor, y cerrará su gira latinoamericana en Sao Paulo.