Marisol Ramírez
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La alegría contagiante de Carlos Vives, a través de su amplia sonrisa y rítmicos movimientos, durante su participación en el festival Soy Latino: La fiesta es de todos, se robó el show en el Club Olimpia, el sábado último.
El colombiano fue la atracción central del encuentro –que incluyó a Fonseca y Wisin, además de los nacionales Marie Chantal y Valentino–, mostrando su vasta experiencia de tres décadas en los escenarios, talento y carisma.
Aunque su entrada se dio alrededor de las 23.40, fue una suerte de “anfitrión” al invitar al escenario a su compatriota y colega Juan Fernando Fonseca, que había actuado antes que él y con quien compartió canciones como “El cantor”, de Fonseca, y “La tierra del Olvido”.
Los fans del romántico Fonseca se deleitaron con “Arroyito”, “Vine a buscarte”, “Enrédame”, “Entre mi vida y la tuya”, “Si te acuerdas de mí", “Te mando flores” y otras. El colombiano hizo bromas con el público acerca del último partido en el que Paraguay le ganó a Colombia 2-1 (Eliminatorias Rusia 2018).
Vives ofreció en su repertorio alegres canciones que invitan a mover el cuerpo con sus instrumentos tradicionales, el vallenato y la cumbia fusionadas con el pop y elementos del rock. Hizo bailar y cantar a los presentes (al rededor de 8.000 personas), desde su primera interpretación: “La Bicicleta”, hit en el que comparte con su par Shakira.
Montado en una bicicleta en el escenario, el divertido Vives inició un maratónico show que incluyó también algunas canciones junto al puertorriqueño Wisin (Juan Luis Morera Luna), como “Nota de amor”. Wisin también cantó “Escápate conmigo”.
En la canción “Déjame entrar”, Vives se colocó en el brazo una bandera paraguaya que le brindó alguien del público, además cantó “Pa’ Mayté", “El Pollo Vallenato”, “Alicia adorada”, “Robarte un beso” y “Pescaíto”, entre muchas otras.
Wisin ingresó al show alrededor de la 1.10, con la canción “Vacaciones”, fue presentado por el colombiano, que reflexionó con el público acerca de la situación que atraviesa Puerto Rico tras el paso de los huracanes María e Irma por esas tierras.
La rítmica jornada culminó a la 1.30, con fuegos artificiales, sello de una noche memorable.