EFE.
El documento, que analiza las tendencias y condiciones de trabajo de los pequeños emprendedores en el país suramericano, indica que el 66% de estas emprendedoras tiene un ingreso mensual igual o inferior a 375.000 pesos (unos 560 dólares).
Asimismo refleja que la mitad de los hogares más pobres de Chile está administrada por mujeres.
De acuerdo con el estudio “Realidad de las microfinanzas en Chile”, el trabajo realizado por mujeres se concentra en el ámbito del comercio (20% de los casos de microempresarias) y a oficios manuales, como las artesanías (18,3%).
El sondeo refleja también un componente de género en la motivación de las mujeres a la hora de emprender, ya que las ganas de montar un negocio están relacionadas con la capacidad de compaginar esta actividad laboral con la crianza de los hijos, la vida familiar y las tareas del hogar.
En contraposición, los hombres optan por el emprendimiento como una posibilidad factible de “ser sus propios jefes”.
El estudio revela además que de los cerca de dos millones de microempresarios que hay en Chile, un 49% trabaja de manera informal.
Esto supone que en más de la mitad de los casos no haya sistema privado de salud (52%), sistema de pensiones (69%) ni seguro de accidentes (88%).
El informe del BBVA Research refleja que un 24% de la fuerza laboral de Chile corresponde a microempresarios, cifra que aumenta hasta el 30% en las regiones de Los Lagos, Tarapacá y La Araucanía, las más pobre del país.
Esto demuestra el poco uso o desconocimiento total de la tecnología, debido a que un 86% de los encuestados no sabe utilizar internet o no lo considera necesario, además de que un 7% carece de acceso a la red.
La Fundación Microfinanzas BBVA, que se encuentra presente en Chile a través de Emprende Microfinanzas y Fondo Esperanza, entrega créditos a los segmentos más pobres de la población que poseen un negocio propio.
Según el gerente general de esta entidad, Pablo Coloma, el principal problema de los microempresarios es el acceso a la financiación, una circunstancia que “da relevancia a los microcréditos que otorgamos”.
“El país requiere con urgencia de más y mejor inclusión financiera para los trabajadores por cuenta propia y microempresarios. Se debe fortalecer el fomento al desarrollo de créditos a este tipo de empresas”, puntualizó.
Por ello, insistió, “se requieren políticas públicas que favorezcan el desarrollo del segmento de las microempresas y que cuenten con los incentivos necesarios para promover la formalización de los negocios en los sectores más vulnerables”.
Por su parte, Stephanie García, directora de Medición de Impacto y Desarrollo Estratégico de la Fundación BBVA, destacó que los resultados de los negocios a los que su institución concede créditos mejoran.
“A pesar de tratarse de pequeños negocios, los emprendedores de Fondo Esperanza consiguen altas tasas de crecimiento de sus ventas (el 43% anualmente) y de excedentes (un 54% cada año)”, subrayó.