Osvaldo Recalde es el director del refugio El Puente. El hogar inició siendo un comedor de niñas hace más de 10 años y luego, en el 2011, se convirtió en un hogar abrigo. El director detalló que cuentan con dos propiedades, en una se ubica el comedor y en la otra se encuentra establecido el hogar; este último terreno está en litigio desde hace más de 10 años, lo que significó una larga batalla de demandas y hasta de un desalojo, cuando las niñas tuvieron que abandonar el hogar.
Según Recalde, el inmueble fue adquirido por su padre hace más de 10 años, tras la oferta del señor Antonio Rafael Delfino. El propietario no hizo entrega de un título de propiedad sino de un contrato privado. Antes de concretarse la transferencia, su padre falleció y desde ese momento se encuentra en litigio con el señor Delfino.
“El señor Delfino le vendió la propiedad a mi padre, a los dos años que la vendió vinieron personas de Argentina, quienes quisieron pagar el doble por la propiedad, y claro, nosotros solo teníamos un contrato firmado que ni siquiera se presentó en la escribanía”, explicó Osvaldo Recalde en una visita a la redacción de ÚLTIMA HORA.
Según Recalde, el señor Delfino “tiene mucho poder político” y para recuperar el inmueble consiguió una orden de desalojo en el 2009, cuando él junto con su esposa, María Luisa de Recalde, tuvieron que abandonar el hogar.
Poco tiempo después, la organización inglesa que financia el funcionamiento del abrigo, Operación Suramérica (Operation South America), adquirió otro inmueble en Quyquyhó, en donde se construyó un comedor sin abandonar el terreno en litigio.
Desalojo
Al poco tiempo, Delfino les “echó a la calle con todos los niños”, mientras que a los 15 días, por medio de una medida cautelar, las 13 niñas que estaban en el hogar en ese momento volvieron a ingresar al predio, sin que los Recalde pudieran domiciliarse ahí, ya que existía una orden de desalojo contra los directores del refugio.
Recalde sostiene que tras la ofensiva judicial de parte del propietario, sospecha que las denuncias sobre maltrato, explotación infantil y explotación laboral hechas a la Secretaría de la Niñez y la Adolescencia (SNNA) por el señor Defino y su esposa Olga Susana Armoa, sean una estrategia para recuperar el inmueble.
“Las denuncias de maltrato fueron realizadas por Delfino y su esposa, personas que hace años no van a Quyquyhó. ¿Cómo es posible que ellos puedan saber si hay o no maltratos? En la denuncia dicen que ellos observan maltrato pero no especifican dónde, ni cuándo, ni a quién”, detalló el hombre.
De comedor a un hogar de niñas. Aproximadamente en el 2006, Osvaldo Recalde presentó un proyecto a la Secretaría de Acción Social (SAS) para abrir un comedor, el cual fue aprobado. Eran 150 niñas las que se alimentaban en el sitio, pero el objetivo era convertirlo en un hogar de niñas, ya que, según Recalde, ese era el deseo de su madre, quien siempre ayudaba a los niños al menos dándoles comida.
Años después, la organización inglesa se constituyó legalmente en Inglaterra y desde el 2011 brindan el apoyo económico y legal a la familia Recalde para que el comedor se convierta en un hogar de refugio que albergue a niñas en situaciones de riesgo, desamparo, orfandad, abusos, extrema pobreza y abandonos, en un rango de edad entre los 3 y los 17 años. La Consejería Municipal por los Derechos del Niño, Niña y Adolescente (Codeni) habilitó el hogar el 21 de junio del 2012.
Actividades extracurriculares
Las denuncias de la SNNA hablan de que las niñas eran maltratadas y hasta explotadas porque se las veía limpiando las plazas dependientes de la Municipalidad de Quyquyhó.
Ante ello, Recalde explicó que “la organización tiene un objetivo integral. Las niñas tienen que cumplir con otras actividades extracurriculares, además de ir a la escuela. Hacen trabajos comunitarios que se basan en limpiar la plaza, hacer festivales artísticos, es decir, se trabaja mucho con la comunidad. Fue un proyecto de aseo urbano para mejorar el pueblo, en donde ellas hacían cartelitos, basureros y demás”, dijo.
Presupuesto
El presupuesto mensual para sostener el hogar es de UDS 1.500 a 2.000, remesados por los ingleses cada mes. Las cuidadoras tienen un salario, no es alto el sueldo, pero se les brindan una remuneración, según detalló el director.
El hogar no genera recursos económicos propios, es la organización inglesa la que solventa al abrigo de forma integral.
Disciplina
Durante la visita a nuestro diario, Osvaldo Recalde fue consultado acerca de los supuestos maltratos y los negó categóricamente. Respecto al castigo o sanciones que se aplican, el director del hogar explicó que hay disciplina pero que estas sanciones no se vinculan a un “cuarto oscuro”, como menciona la denuncia de la SNNA, sino de un trato con las menores. Llegan hasta a no dejarles participar en festivales artísticos o en viajes si no son disciplinadas, siendo esta la sanción común.
La organización sin fines de lucro Operation South América (Operación Suramérica) está situada en Inglaterra y solo en Paraguay cuenta con un hogar refugio para menores de edad.
Más información sobre la organización en http://www.operationsouthamerica.org/