Édgar Medina
FOZ DE YGUAZÚ, BRASIL
El operativo denominado Hammer-On fue desplegado ayer en cinco estados del Brasil con el objetivo de desmantelar una organización criminal integrada por cinco núcleos que se encargaba de asegurar el pago entre traficantes de armas, drogas, cigarrillos y mercaderías del Brasil y sus proveedores paraguayos.
Casas de cambios del Paraguay, importadoras nacionales y brasileñas, hacendados y empresas fantasmas del Brasil, además de personas físicas de diferentes estratos sociales, integraban una compleja red que no registraba sus movimientos en la institución aduanera del vecino país, que es la Receita Federal, según informaron ayer las autoridades involucradas en el megaoperativo.
La Policía Federal y la Receita Federal desplegaron 350 funcionarios para dar cumplimiento a 153 órdenes judiciales de allanamiento, captura, detención y comparecencia compulsiva firmadas por un juez de Curitiba como parte de la investigación de lavado de dinero, evasión de divisas, gestión temeraria, operación irregular de institución financiera y uso de documentos falsos.
La investigación se inició en el año 2015, sobre hechos registrados entre los años 2012 al 2016. Durante la pesquisa se descubrió que la compleja organización criminal también remesó parte de los valores a cuentas bancarias de empresas vinculadas con otra megainvestigación, que es el Lava Jato, que involucra a altas autoridades del Gobierno del Brasil.
VIRTUAL. Los traficantes hacían contactos a través de internet y otros medios electrónicos, mientras que los intermediarios, o doleiros, se encargaban de la transferencia del dinero para el pago de las “mercancías” o simplemente para esconder el dinero de dudosa procedencia, según las autoridades de la Federal.
Para el efecto, se habilitaban las que son denominadas empresas fantasmas, muchas de ellas fijaban sedes en Curitiba, ciudad ubicada a unos 600 kilómetros de Foz de Yguazú, localidad fronteriza con Ciudad del Este, Paraguay.