Discusiones, acusaciones e insultos protagonizaron la asamblea de los estudiantes de la mencionada Facultad, que debían resolver si reanudaban las actividades.
La división se evidenció con dos facciones, la que está a favor de la normalización –apoyada por el centro de estudiantes– y la de los disidentes, que prefiere mantener el paro hasta conseguir la renuncia del director académico, Óscar Bogado.
Esta polarización en el estudiantado ya pudo verse en aquella primera asamblea, cuando se decidió pedir la renuncia de Bogado, ya que un grupo respaldaba la gestión del mismo. Tampoco existió la unidad de criterios respecto a la intervención del Cones, ya que el grupo ligado al centro de estudiantes apoyaba dicha injerencia y pidió la renuncia del rector interino, Ricardo Meyer.
Finalmente, no se llegó a un acuerdo este martes, y mientras un grupo resolvió regresar a las aulas, el otro declaró que seguiría con la medida de presión hasta conseguir la renuncia de Óscar Bogado y forzaría la conformación de una mesa de diálogo con el decano Antonio Fretes, quien es miembro de la Corte Suprema de Justicia.
“La medida adoptada por la asamblea es que mañana se reanuden las clases. Todos estuvieron de acuerdo con la renuncia de Meyer, y no con la renuncia de Felipe Huerta y Óscar Bogado, resolvimos que sean sumariados y si se encuentran irregularidades que sean apartados en el cargo”, dijo en entrevista con Telefuturo, Marcos González, titular del centro de estudiantes.
Por su parte, Gerinaldo Martínez dijo que la única medida de presión es mantener el paro y no están de acuerdo con el simple sumario a Bogado y Huerta.